lunes, 9 de noviembre de 2015

SEÑORA YO (68)


SEÑORA YO (68)

Con ésta pose de señora,
Iniciaré por conversar conmigo:
¡Hola señora tonta!, ¿cómo te ha ido?

Bien gracias, pasando el día
Y esperando que a la noche
Aparezca mi amor,
Entre pálidos encajes
Para que mi sueño sea tibio y reposado
Sin ese agotarse la vida
Que nos pide a ratos:
¡Por favor Dios!
¡No quiero despertar!

Pero entonces señora mía,
¿No dices que te gusta el mar?

Digo sí me gusta, tanto como un río.
Me encanta caminar y saltar rocas,
Pero el tiempo me dejó todas las heridas,
Mis pies no caminan con la fuerza del ayer
Y tengo una tristeza que poco a poco
Me roba la vida.

Pero señora, señora yo, ¡por favor!
¿Será que si amanecemos, si hay un mañana,
¿Me podrías mirar a los ojos?

¡Quita ya esa falsa sonrisa!
A veces, y aquí entre nos,
Hasta tus poses enojan.

Entonces señora mía,
Dame tu mano ahora
Y partamos un segundo al cielo.

Vayámonos descalzas,
Así como alguna vez llegamos
Y dejemos a todos un trozo de letras
Para que recuerden señora mía,
Que las dos fuimos compañía
Y juntas nos matamos a versos.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 11/15







QUEBRADAS (69)

QUEBRADAS (69)

Hacia ti vuelo,
Parezco mariposa dorada
Quien con tu cantar se entretiene.

Pareces dulce serenata
Tocando de la vida todo
Para reverdecer luego,
Calmando a tu paso la sed
Con cada gota de vida.

Bendices el cielo
Con tu pálido ropaje de armiño
Cubriendo de besos la montaña
Cual si fueras un niño.

Y en tu caudal me entretengo
Mientras pasa la vida
Cantando,
Sonriendo,
Llorando...

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 9/15



SI EL VIENTO (70)

SI EL VIENTO (70)

Si acaso el viento me trae tu aroma
Y en un espejo de agua asomas:

Te diré amor mío
Que a traviesa de un bosque
Correré tras las hojas doradas
Que caen como mis años
Sobre rocas heridas
Que saben del amor todo
Pero no lo gritan.

Si el viento al pasar
Un recado tuyo me trajera,
Una nota escrita, ¡un sueño puede ser!,
Que nos juntara en la orilla de un verso
Para saber que en verdad me quieres
Y descubrir al verte que todo es real.

¿Qué me dirías si todo fuera silencio
Y bajo la lluvia desnudos
Nos pudiésemos mirar?

Todo sería,
Si el viento decide,
Todo certeza
En su loco caminar.

Él será testigo
Del aroma pálido de una rosa
Que en tus brazos morirá.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 9/15






MARIPOSAS (71)

MARIPOSAS (71)

Fueron muchas…
No sabía si volaban
O era quien volaba
Cuando su boca
Se prendió de la mía,
En esa escalera de paso
Que al ir del tiempo,
Me dejó sin su amor.

En un momento
Volaron todas,
Pero quedó el recuerdo
De una rica boca
Pegada de la mía
Y de aquél único
Y feliz instante.

Daba vueltas y vueltas,
Y al cerrar los ojos,
Me encontré por primera vez
Tocando el cielo.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, septiembre 9/15


DESDE QUE NO ESTÁS (72)

DESDE QUE NO ESTÁS (72)

Todos parecen lejanos;
Hay un ruido,
Un demasiado sonar
Que nos aleja de ti.

Puede ser la tristeza
Que tiene tantos caudales
Que no cesan en llorar.

Desde que no estás,
Un aposento busca tu sombra
Con la huella de tu amor
Perdido en la distancia.

Pareciera que hemos roto el hilo
Para estropearnos entre las rocas
Y el río anega en penas
Que se decantan en tu boca.

¡Tú amor mío!, mi dulce sonrisa,
¿En qué paraíso estás?

¡No regreses jamás!...

A la sombra de una madre vieja
Entre sus pechos de miel,
Estás mejor que aquí.

Ahora, si me escuchas,
Ríe mi amor, como castañuelas,
Ríe y traspasa el umbral que te nombra
Y que sin olvidarte pena.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 9/15





GAJO DE LIMONERO (73)

GAJO DE LIMONERO (73)

Como un gajo de limonero en flor
Es la belleza de existir.

Cada poema tiene un aroma
Y cada poeta es responsable de sus letras,
Cada cruce de sus esquinas
Y cada rumor de sus besos.

Juraste amor eterno,
Pero eterna es la muerte
Y eterno éste padecer.

¿Qué condena he de merecer por creerte?
Tu engaño traspasó mi fe
Luego pensé: ¿fe en un hombre?
¡Qué tonta soy!

Por pensar que me amarías
Fui cárcel y carcelera,
Mi vida se quemó en 4 paredes
En tanto todos corrían y sacaban sus lenguas
Hablaban cosas de día
Y de noche las repetían.

Ahora estoy aquí, sola conmigo
En medio de cerrojos oxidados
Que matan de a poco
Una inexistente alegría.

¡Mírame a los ojos!:

¡Responsable!...
Eres responsable como todos
Pues me condenaron sin clemencia,
Me hirieron con oprobio
Pero con mis lágrimas curtí mi carne
Para que mi tambor no dejara de sonar.

Y ahí estabas predilección de mis amores,
Cerca de mí como siempre.

Desde esa dimensión extraña
Te atraje, y vives mi cárcel,
Te condené madre mía
A vivir en mí.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 9/15



DE MI VOZ (74)

DE MI VOZ (74)

A veces cuando no puedo dormir
Un ardor quema el pecho,
Arde mi piel por dentro,
Pide agua mi carne
Que parece un seco bosque
Anhelando de llover.

Entonces vienen "ellos"
Sombras que van y vienen;
/Es que conmigo se entretienen
Los que hoy, son ayer.

Y una voz,
Una pequeña voz que no fue
Se armó en un vientre oscuro.

Una flor que no dejaron nacer
Se oculta y le veo
En un túnel de cristal
Pidiendo que mis ojos le adviertan
Y mis manos le acaricien.

¡Gracias a Dios por mis hijos!
Jamás de mi carne un desdén,
Fueron sembrados en tierra fértil
Y tenían que nacer.

Pero aquéllos fueron de un día de carnaval,
Esos que enredan el coraje de ser mamá,
Por esos que rogaron un beso
Y les dieron golpes de cincel.

¿En dónde estás pajarito sin nido?
¡Si pudiera sacarte de tu nicho
Y ser madre para ti!

Pero nada puedo hacer,
Mi historia se truncó
Y ahora buscas ser mi sombra
Porque tal angustia percibe mi alma.

¡Dime quién fue!
Casi que adivina
Un sentido sexto de mujer:
Me dice que era morena
Y pardo tú, de ojos azules.

Ahora una súplica enreda
En medio de pasos y tormentas,
De asqueroso momento
Que con tu ingenuidad jugó.

¿En dónde estás?
Quiero que esta noche estés en mi sueño,
Que me digas el nombre de tu asesino,
Y entonces cariño de calicanto,
Te bautizo mío,
Te bautizo hijo del infortunio
Y me dirás: ¡mamá!

¿Quién sería esa malvada,
Que dentro de mi corazón enterró
Tu pequeño cuerpo?

No pidió una noche para nacer
Sino que esperó por siglos un vientre
Y por ahí corriste ríos caudalosos,
Por ahí cruzaste sendas oscuras
Hasta iniciar la cometa a volar.

Pero si te encuentro,
Si libero tu corazón,
Te pondré un nombre
Y serás hijo de mi hogar,
Niño que volará
Con las alas prestadas de un gorrión.

¿Sabes cómo te llamaré?
Te diré: Ángel
Mi pequeño Ángel
Bañado en rosas rojas
Cualquier tarde tenebrosa.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 11/15



MUJERES ROSA (75)


MUJERES ROSA (75)

Antología a la mujer,
A ellas que soportaron un tratamiento
Y se fueron con la cabeza rapada
Y el corazón lleno de amor.

Mujeres, nada es para siempre.
Muchas estamos con una herida
Para recordar al mundo
Y recordarnos
Que somos una brizna
En el viento.

Raquel Rueda Bohórquez
Noviembre 9/15