DESNUDEZ
[19]
Qué
bonita es la desnudez,
pero
más hermoso es correr hacia tus brazos
y
arroparme con esa cobija de tu piel.
¡Qué
ardiente soy!
¡Huye
de mí que incendio tu carne!
¡Corre!,
soy
la hoguera
que
espera por tu leño seco...
No
habrá quién detenga éste amor,
¿te
diste cuenta que llegó de lo alto?,
¿aquella
vez de tanta soledad y tristeza?
Ahí
llegaste como un pequeño rayo,
colibrí
azul sobre mi flor abierta
y
el alma con aromas para ti dispuesta.
¿Te
dije en otro poema lo mismo?
Ayer
fui rosa, hoy orquídea,
mañana
seré un azahar en tu pico
tomando
lo dulce que guardo para ti,
en
éste interior de mansas quebradas
y
pacíficos océanos.
¿Te
das cuenta de mi desnudez?
Atrapa
mi alma para que vuele con la tuya
a
través de miles de versos y poemas,
y
que adivinen quién eres.
Que
se raspen las lenguas adivinando,
¡jamás
sabrán, quién es el colibrí
que
llega a mi ventana abierta
y
besa mis pétalos,
para
luego volar
raudo
y feliz con todos mis suspiros!
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
junio 17/15