lunes, 1 de junio de 2015

¿SERÁ QUE SÍ? [54]

Lunes, 1 de junio de 2015

¿SERÁ QUE SÍ? [54]

¿Será que sí?, el amor todo lo permite, va y viene, se cuela por donde quiere, pero a veces quedo un tanto pensativa... ante todo cuando adivino intereses de un lado, que me huelen a dinero, y por el otro una necesidad de ser amado, aquí es donde digo: ¡cuidado!, el amor ha de ser como una brisa en el amanecer, no pide ni exige nada, todo lo entrega, como el mar su bondad y el sol sus rayos. 

Por eso me atrevo a un amor en el pensamiento, sin gritarlo a nadie, sólo entre los dos, ¡bonito así!

El amor es como el sonido que emiten las rosas, aromas que se esparcen sin herir ni castigar a otros, es suave, apacible, lleno de dulzura, pues cuando se grita demasiado pierde la gracia, y es como música de carnaval.


Por eso te amo, te guardo en mi pensamiento, te entrego mi verdad sin esponjarme como pavo real, pues es seguro que ellas doblarán sus rodillas, y esperarán que él las pisotee sin piedad. En cambio, tú eres un poema que se multiplica en mi corazón.

Hay un grito que se llama silencio, y así es el amor, un silencio en medio de un pentagrama, así comulgamos su gracia y nos pegamos, nos juntamos, nos unimos a ese mutismo en una oración que se declama en la mirada, y termina en la boca.

Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, junio 1/15 




DE CRISTAL [55]

DE CRISTAL [55]

En un campo de rosas
se deshojaron todas,
¿eran rojas o amarillas?,
vi rosadas y violetas,
azules como la mar inquieta
y blancas, 
cual la hermosura de su piel.

Nadaba en un sueño corto,
leve fue mi despertar,
¿no estás?,
sin mi permiso cerraron tus ojos,

¡divinos!, eran de cristal,
y en su fondo 
en aguamarinas aguas
una lágrima vi rodar.


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, junio 1/15

TE ESPERÉ [56]


TE ESPERÉ [56]

Con otra imagen grabada,
en tanto de azul se tenían mis anhelos,
te esperé sobre blanca almohada,
y luego, entre esponjas de mar
con el aire sonriendo
en mi cabello pintado.

Y te esperé con un café en mis manos
soñando besos y caricias a tu lado.
¿En dónde estará mi ser amado?
Despejó el amanecer al sol
sin que hubieses llegado.

En serio te envié un pedido
sé que es imposible cumplir,
susurró un beso una gaviota
y de ti me despedí.

Pero te esperé, ¿lo sabías?
Sin disimulo te busqué
en medio de un tumulto de gente.

Tus ojos negros fueron mi noche,
tus manos seda en mis sueños
acariciando la piel.

¿Será que otro día,
en un pedido especial
comulgaré contigo
de éste amor tan bonito,
que entre silencios grita
junto a barrocos sonidos?

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, junio 1/15

DE ALTURA [58]

DE ALTURA [58]

Algunas veces
también bajé los brazos,
¿qué sucede?,
¿por qué a mí?,
no veía a mi alrededor
ni bajo mi hombro,
siempre busqué las alturas
como las gaviotas;
pero también
me di cuenta que como ellas,
el hambre de algo,
siempre
nos hace bajar el rostro,
y la sed de todo,
nos hace elevarlo de nuevo.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, junio 1/15

LOTOS VIOLETA [57]

LOTOS VIOLETA [57]

Cierto día, llevé una flor de loto a mi madre; era violeta, embadurné mis botas y casi  me quedo en esas aguas espesas y oscuras.

Ese día como muchos, contemplé cada punto de mi pequeño universo, abarcando mis ojos mucho más allá de nubes juguetonas, que con el viento se dispersaban.

No fue un día, fue el día en que mis manos tocaron sus pétalos, una libélula verde como sus ojos, recuerdo ahora, un perfume dulzón que atraía a muchas mariposas, y sin pensar ni pedir permiso, atrapé un gajo precioso para ella.

Tal fue mi sorpresa que las miró un instante, y luego, se quedó viendo al cristal empañado de mis ojos, y con dulce voz de anciana me dice, ¿son para mí?, gracias mi corazón, y me dio un abrazo tan enorme que todavía lo siento.

Luego, devolvió las flores y me pidió que las dejara en el altar para María, /es que con ellas va un pedido para mis hijos, /me respondió con voz temblorosa, /quiero que siempre estén unidos y que no se peleen por cosas, y su secreto grito a voces, para que la brisa lo lleve a cada uno de sus 17 pétalos que poco a poco caerán, y se esparcirán en el universo, como ella, mi amada rosa, mi linda pollita de copete que corretea bosques nuevos, pero trae sus pensamientos hasta un pequeño rincón, escondido en mi tiempo, en mi ahora...

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, junio 1/15