domingo, 12 de julio de 2015

EL COPLERO 3 [71]

EL COPLERO [3] [71]

Recuerdo al viejo,
algo maricón se veía,
caminaba afrijolado
camisa almidonada
flor en la solapa,
y una picardía untada
para que la boca se viera
como una nena malcriada.

Sabía declamarle a la vida,
pero huevonadas a nadie le importaban;
igual hay mucha mariposa en ésta vida
que por hombre muy dispuesto
decía y pregonaba.

Cada quien con su andar de gitanilla
mujer hombre, hombre mujer,
vagina o pene sin saber
que bajo el manto de la hipocresía
todos pecamos y nadie lo ve, ni lo adivina.

Falsa sociedad, burgueses todos,
come mierda, groseros, sedentarios
pajuelos detrás de los escritorios,
vulgares con sus revistas de tetas y culos
y para la casa sólo pedos y embarradas.

El coplero no dijo ni un verso,
estaba cansado de la vida,
decía que malo si parecía
y perverso, si mostraba lo que era.

Entonces para acabar con tanta habladuría
le demostró al pueblo que maricas era lo que había
y putas arropadas bajo la ruana,
por soberanas y vírgenes pasaban.

¿Pero qué importaba la vida ajena?
Vivir, y dejar vivir sin tanta falsía,
amar lo amado y desamarlo,
armando telarañas en la garganta
y componiendo versos plebes
para él, tenían más valía,
que hablar de cosas tan vanas
como si te gustan las tetas
o adoras las cerbatanas.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, marzo 10/15


Publicado por Raquel Rueda Bohórquez en 17:18

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