martes, 28 de abril de 2015

¡SE FUE! [12]



¡SE FUE! [12]

Luego pensó don Prepucio: ¿qué hago si me abandona?... venderé una casa grande y con eso compraré 500 cerdos, 10 vacas, una burra de ojos verdes, y luego, construiré ese jardín que tanto pidió, tendré cría de pollitos enanos que alguna vez ella quiso, faisanes, patos, ¡tortugas ahí quedaron!, fabricaré un alar para las palomas y una virgen María sobre muchas rocas, como ella siempre anheló...

Caminaré para ver lo que ella veía, ¿qué tanto buscaba en el ocaso?, ¿qué tanto hablaba cuando caminaba por entre el pasto seco?, parecía bailar con el sonido de la brisa, pero siempre ausente, ¿qué pensaría?, ¡igual ni me importa!, seguiré comprando cosas, ahora que no está...

No traeré estorbos a mi nueva estancia, para eso tengo toda mi libertad, y lo bueno es que  no está, ¡se fue!, ni siquiera se siente, ¿acaso sentí su presencia alguna vez?, era un mueble viejo que nadie usaba, ni me inspiraba una mirada, pero ahora que no está, ¿qué tanto hacía las pocas veces que iba al mar?

Caminaba y caminaba, escribía y escribía sobre la arena uno y otro pensamiento, ¿para quién serían?, veía cómo cruzaban las aves y abría los brazos, sus ojos estaban llenos de sal;  decía cuando una ola  tocaba los suyos y luego una carcajada y otra, ¡amor!, ¡amor mío te quiero!, y veía sin mirar a ese inmenso globo que se descolgaba, cuando debía regresar a un hogar falto de mucho, y lleno de ausencias y sonidos que la arrinconaban, y la hacían mover los dedos sobre un teclado.

Es bonito saber que se fue, ahora ¿quién era ella?, nunca asistí a una conversación donde estuviéramos contentos, mirándonos a los ojos y acariciándonos con dulzura, creo que fue lo mejor, ahora cada uno inventará su propia historia sin depender del otro, no es mi hermana, ni mi amiga, y tenemos un contrato que desde el inicio lancé a la basura.

¡Se fue!, creo que ahora sí abriré mi portal a todo lo que merezco, a todas las cosas que siempre he anhelado, ¿una mujer?, bueno una mujer pero de quien esté enamorado, ¡se puede!, si ella se fue porque aquí no encontró amor, creo que también estoy feliz, porque en verdad jamás le amé.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 28/15

Publicado por Raquel Rueda Bohórquez en 9:06








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