HUMO
Y AMOR [56]
Esa
parte del humo es triste, pero es así la vida, efímera. Me gustaría verte después
de que pase todo el ruido en éste universo de locos, y sí, que también mis
hijos bailen como pides a los tuyos, ahí estaremos danzando ese mismo son de
lluvia y aromas, en el viento, con Él, contigo, con todos...
Quise
adivinar aunque sea una verdad, pero hay mucho gris en éste bosque, el frío
cobija y el ardor nos corroe las entrañas, hasta las flores son marchitas a la
fuerza, y a su vez, así maduran.
¿Has
visto cómo florecen amapolas en mis valles?, nada saben del dolor que les
causarán, ni el que ellas sin proponer causan, pero es un vicio que gusta y
consume, sin importar que todo es pasajero, hojas que se lleva el río, rosas
rojas que se encausan por sus corrientes y se alejan, como el cariño verdadero.
No
fumo, pero veo cómo otros lo hacen, y sus bocas son hediondas como sus
corazones, no tienen amor, es un raro cuento que los dos sabemos, ¿pero te
puedo preguntar?, ¿me amas, como te amo?, y no responderás, porque el viento escuchará
tu voz, pero en un poema me contarás que sí, me amas tanto como yo a ti.
Y
una huella entre la nieve borrará éste cariño que alguna vez te di, pero no
rías ahora, espera un poco mi amor, para en un beso, por los dos reír.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 18/15
Barranquilla, abril 18/15
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