miércoles, 19 de noviembre de 2014

¡YA NO EXISTE!


¡YA NO EXISTE!

Existe un poema y un aroma en el bosque, existe una frase, sus morenos ojos, el amor como un vaso de vino que nos duele a ratos, pero existe la melancolía, una copa que se llena de lágrimas, una fantasía robada, una ilusión tan solo, fugaz, como de la mariposa y de la oruga su cárcel y sus alas...

Existe, y parece que también existo, soy la lluvia que arropa las montañas y parte del crepúsculo, el aura de cualquier mañana vista por tus ojos, y un poco del perfume de cada flor del camposanto.

Soy parte del amor, de ese amor que me hizo crecer en un lago tibio y sosegado, y abrió su cárcel para que volara en brazos de todas las mariposas del camino, pero me estrellé, cuando más feliz estaba, eso creí, hasta que ´Él me aferró de la mano, y me llevó hacia el perpetuo lago, donde crecen los lirios y las esperanzas no lloran ni duelen.

¡No llores!, búscame en la sonrisa del perdido, en los ojos del ausente, estaré en el gajo donde trina el ave cada día, y en tu corazón, en tu boca sonriente, en la lluvia infinita que va y viene besando cada huerto, sin espinar ni herir, sin afiebrar ni calentar la piel, porque aquí, nada arde, todo es como una estrella luminosa en el infinito, como una flor que nace y perfuma, que va y viene a través del viento…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 19/14

¿TE HAS IDO? -2-

Anderson y Marcela

¿TE HAS IDO?

A ti amor de jade y luz
Transparencia de imagen
Escondida en el café de tus ojos
¿Te has ido?

El reflejo de una sombra
Cuando al pasar por mi alcoba,
Un suave olor a perfume regalado
Me indica que regresas…
Que nunca has marchado.

Creo imaginar que nada se va
Que todos somos esencia de luz
Pajaritos de cristal en el mar,
Como globos pálidos en una roca,
Escondida entre caracoles y corales
Pintando pececitos de color.

¡No te has ido, es mentira!
Retornas como golondrina a su alar
Mariposa anidando en un altar,
Donde las flores se bendicen al caer de la lluvia
Y un estanque brota del profundo inicio
Escondido en el mar de mis ojos.

¿Qué te vas? ¿Quién lo dice?
Aquí estás… atrapado en mi corazón
Dónde vives hasta nuestro despertar
Al abrir de la jaula en prisión,
La cometa que abriga tu alma
En un verso, en éste verso
Donde has hecho estación.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 18/14


EL EXTRATERRESTRE/Anderson

Imagen: Internet


EL EXTRATERRESTRE/Anderson
Adiviné su rostro en la iridiscencia
arriba de las llamas de colores
nos veía entre nubes grises y blancas
y nosotros volteábamos el rostro.

Mi padre tenía cerrado los ojos
sin cabellera, como lo pintaron los del ayer
sobre calizas rocas en la oscuridad de las montañas.

Respira profundo, en meditación
siempre está así en la cumbre
con sus ovejas alrededor.

Su boca es un suave suspiro
Es que le gusta con las nubes jugar
Y a mí me encanta sentirlo
Mi vida iluminar.

Amor, y al fin apareces
Cerca de sus ojos estás
Acaricias los perfumes del tiempo
Rosas escarlata, me dijiste en sueños
Todos los frutos, las uvas gigantes,
Pero vas con un ángel de la mano
A caminar bosques que no habías andado
A beber tragos de sol que no habías bebido.

¿Qué hago?, iniciar el día
24 años cumplirías hoy
El Señor extraterrestre entreabre la mirada
Pero en el pensamiento ya sabía lo que te diría
Esboza una tibia sonrisa,
Y me siento abrazada de su amor.

¿Estás?, sí mi amor, siempre estás
Siempre serás el potrillo feliz
El de las sonrisas y la voz fuerte
Siempre mi ruiseñor del valle
Trinando y amando, a pesar de todo.

Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, noviembre 19/14

LO VI

LO VI 

Vi el amor entre las grises nubes, 
tul dorado envejecido, 
grises y blancos entre los azules, 
y Él, silencio empujando la vida, 
entre cúmulos que ante su paso, 
se vestían de mariposas, 
y al instante un collar nacido de entre sus rosas, 
regalaba a medias, 
como si el mundo fuera hecho de música 
y la vida, y ante su majestad 
se pintara de flores blancas 
para doblarnos 
tan solo ante su voluntad 

¿Me has regalado un arco iris?, 
¿o es tu sonrisa tímida y triste, 
al ver la locura que habita en tu jardín?, 
pero siempre adornas el mundo de color, 
aunque parezca gris...

Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, noviembre 19/14

TAMBIÉN



TAMBIÉN
Poeta, y muy hermoso, también he perdido un amor, dos, tres, la muerte y la sombra oscura, perdí un amor en la espesura de un lago rojo, y otro en medio de pálidos sonidos de amapolas, sí, amigo, yo también perdí un amor, lo volví estrella, mariposa azul, lo transformé en poema vestido de tul.
Hubo un amor, que entre las sombras me hirió, y con el paso del tiempo viene el olvido, el agrio ya no sabe a nada, es como si nunca se hubiese vivido, aunque permanezca un cruel recuerdo como perenne huella en la piel.
Hubo un amor traición, que me llenó de flores del campo, repitiendo te quiero con el sonido de los arrayanes, mientras buscábamos como las palomas, pepitas de agraz y moras de castilla, pero también se fue, se vistió de rey y se engalanó para una fiesta en una iglesia lejana a mis ojos, y también ahora es un recuerdo, sólo un dulce recuerdo, de lo que pudo haber sido y nunca fue.
Vinieron las primaveras, poco a poco el otoño desvistió el árbol, hubo otro amor que colocó un aro en mis dedos, llenó de lágrimas para mi desconsuelo miles de días y noches, pero me regaló 3 lunas llenas, que explotaron en meses y años, donde iniciaba a crecer mi huerto y el mundo me parecía un jardín de violetas y azucenas, está ahora, pero ausente cada día más, va detrás de las mariposas que se engalanan para la noche, y vacían los bolsillos, al perder el interés y las ganas regresa a casa, manso, tan solo eso, con la mansedumbre que da el rancho destechado a la espera del sol de cada día o de la lluvia de cualquier instante.
Me cansé de rogar una caricia, lastima el amor que se obliga, y a pesar de mis amores viejos, tengo un amor, un lucero madre que habita mi universo, el más divino de todos, un padre que como un roble nunca espinó mis manos, y llenó de carcajadas mi existencia…
¿Qué otro amor tengo?, me quedé huérfana, mi nido está vacío, mis pajarillos volaron tras los sueños que llenan sus corazones, y entonces amigos míos, encontré un amante, entre todos los amantes llena mi vida, su nombre es una mujer, se llama: POESÍA.
Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, noviembre 19/14

A TI



A TI 
Decir te amo, sin correr como una cabrita por el monte, elevándome cual cometa y dejarme caer en tu ventana abierta, enredarme contigo en ese mundo de letras como un solo libro y una sola mesa, donde estemos probando un poco de sal de los ojos, mojándonos los labios.

Decir te quiero es un vicio pegajoso, la miel que endulza el árbol de mi existencia, cambiando sus hojas por reposo.
Repetir el sonido de la flauta con un beso a la distancia, combinar la música con oración, o siendo ella misma la oración de mi campanario triste y olvidado, mi corazón cansado de esperar un beso, y me quedo en la misma silla, ¿sabías que cambié comida por un sillón negro?, lo hice, busqué reposo más que alimento, y ahora me lleno de semillas y agua, como los pájaros azules de mi aposento.
Decir te quiero, no me cuesta nada, es tan fácil amarte, es tan dulce desear lo que no se ha probado, ¿pero y luego?, esperaré en la proa de la barca, la que me conducirá en un despertar hacia la cumbre herida de tu pecho, y nos espinaremos en besos, nos mataremos en abrazos y caricias, sin que el mundo se entere.
Si miras un poco hacia el mar, el amor se repite, se multiplica en las olas al vernos pasar, las gaviotas caricias de alas y besos se dan, ¿y nosotros?, ¿para cuándo será?
Pero te digo te quiero, repito te amo, a la sombra que te sigue y se aleja de mí, al árbol de semillas rojas, a la huella tuya y mía en una pared dorada, marcada en arena y cubierta en lágrimas.
Decir una palabra, proclamar en un verso una elegía sin llorar, ¿será posible?, te lo diré cuando asomes, y el viento sea testigo de la primera sonrisa que nos junte, y del primer beso que nos eleve.
Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, noviembre 19/14