Pensamientos
de noviembre/14
Veloz como un rayo responde
mi corazón a tu amor ¿existe?, no lo sé, pero al menos abro las alas
para pensar en ti sin rezongar, y me alejo, como las gaviotas por el ancho
mar...
¡Qué sabia que amanecí hoy!, dijo una cigarra
chillona
Y una rana de zancas largas su lengua sacó:
¡Toma
para que lleves, cansona!
Un niño sabio le pregunta a un hombre adulto:
¿Por qué me amas?
Y el hombre le dice: porque eres mi hijo.
-¡Qué raro!, creí que me amabas tan solo
porque era un niño.
-¿Y tú chico tonto, a quién amas
más que a mí? -pregunta una joven radiante en belleza...
-El chico no lo medita siquiera y
dice: sólo a ella... A la que me parió y me trajo a la vida sin pensar siquiera
en los dolores que le causaría en el camino, pero también me gustas, porque
eres como una primavera para los ojos, si dejas buen aroma, no importa lo bella
que seas por fuera, si sabes amar como una madre, también te amaría como a
ella.
Nunca digas que un hombre abandonó a una
mujer por las razones que él te dé, ¿acaso tuviste el privilegio de vivir bajo
su cama?
Ni digas
que la mujer es mala sólo porque te parece, pregunta a las sombras del día y a
la cobija de la noche, que son quienes conocen sus verdades y mentiras.
No hay amigo más dulce que
la soledad, ni enemigo más cruel que quien te alaba y luego el puñal por la
espalda te clava.
Si sacamos a la incultura de
la cultura, me pregunto como inculta que soy: ¿en dónde está la cultura?
No hay santidad sin pecado,
ni pecado sin santidad, el pensamiento de todos es el secreto mejor guardado,
por eso me gusta la poesía, porque ella nos invita a deshojar nuestro propio
árbol y escribir en sus hojas, de qué color son las espinas.
Si me dices que me quieres, ¿entonces por qué
razón no giras lo que no te pertenece?
No es
dinero lo que persigo, ni son caricias lo más anhelado, es tan solo que espero
que llegues con una flor encendida en tus labios.
Al llegar el hijo más necio,
la madre coloca la mejor sonrisa en el rostro, pero cuando se aleja, sus
rodillas son un doblar de campanas...
Cuando la fortuna nos
sonríe, otra es nuestra voz, cuando el amor toca a la puerta, otro es nuestro
cantar, pero cuando la salud falla, ni fortuna ni amor tienen valor
El hombre es capaz de
convertir una flor en un demonio, ¿qué culpa tienen las amapolas de su
perversidad?, ¡tan lindas cuando abren al sol!, y tan tiernas cuando se abrazan
en sus pétalos a esperar una noche en paz...
Poco se escucha, muy poco,
el miedo, ese azote que nos vuelve pálidos sin sonrojo siquiera en el alma ni
un vano temor de Dios, y me refiero a los chicos de México.
La madre nos regala una
cobija tibia de lino puro desde su vientre, bordado con su propia piel, y nos
arropa cuando nacemos, y al morir ahí estará para volver a cobijarnos con su
inmenso amor .
No al toreo... Vivir en esas
llanuras libres, es el pensamiento, pero será después de que desaparezcamos
nosotros, porque el hombre es necio y así morirá... Menos mal soy mujer...
Hoy me preguntan muchas
cosas, ¿cobrarán por detallar el amanecer, por el ocaso y por la noche
estrellada?, puede ser, si prohíben a un anciano de 90 años dar alimento a los
sin techo en Estados Unidos y hemos visto tanta iniquidad, ni te creas Sandra Padilla no estoy tan optimista, el hombre
cobraría por los pedazos del corazón de Dios si pudiera atraparlo y venderlo,
hasta la brisa la encarcelarán y la purificarán, será vendida en los mismos
tanques, es que ahora soy vidente también ¡jajajaja!
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre/14