German y Verónica
TAMBIÉN LO
CREO/A German Alonso
Soy tan
grande como un grano de arena
cada día
persiguiendo al viento,
cada segundo
atrapando una hoguera,
cada blanco
día escuchando un son bajo las palmeras.
¿En dónde
estás ahora, amor de nadie?
¿Y qué
pienso entonces de todo lo que hay?
¡Todo bien!, /dice German, sólo pasar y pasar hojas.
Ahí lo veo,
me anuncia: ¡Mis avistas Kaké!
Sonia envía
muchas, todas para él, nunca olvido entregarlas,
ahora que
recuerdo, si vamos a casa
hasta sus charlas dejamos de responder,
acostumbrados
a verlo como si no existiera,
pero nos
hace reír, ya se cansó también de hacer monerías,
de
pronunciar letras, en una lengua que se vuelve bola.
¡Tan
inteligente!, pero la mala suerte lo empujó al silencio
en esa época
había profesores castigadores, no preparados para la tarea.
Hubo que
estudiar, los de ahora tan especiales como él
siempre
hallan una oportunidad y aprenden de niños genios.
¿Importa
ahora?, puede ser que parezca una hoja,
solo una
hoja reseca en el camino,
en el sendero de nuestra vida, pero tenemos que ver,
hay que saber que siente nostalgia, no es una hoja,
lo será
mañana en un cajón inmenso, de roble tallado,
única madera para él, en algún
instante,
una despedida que dolerá.
¿Se irá
primero?, o tal vez nos deba despedir.
Su cara
redonda y esa sonrisa que se vuelve pálida, ¡claro que lo sabe!
Le dicen idiota,
pero los idiotas lo rodean con miradas burlonas.
Al salir a
la calle todos huyen, temen a sus abrazos,
debe
permanecer en la cárcel, ¡jajaja!, ¡ahíiiii!, ¡cárcel suya!
pero más que
todos los que podríamos ser felices
Él es
libre, y aunque lo desprecies ni se
entera, eso creemos.
Si te burlas de él, te devolverá un abrazo, /¡que no me bese!
¡qué asco!,
y la mueca es más que las palabras, el desdén duele más,
lo he visto,
mi pobre hermanito, pero es más feliz que todos nosotros,
nada le
afana más que sus revistas… Anita, es como decir bonita,
¡Chacha mía!, ¡cama mía!, /con la mueca de un abrazo y un beso se contenta,
de papel,
porque las de carne y hueso serían dolor para él.
Creo que dedicaré
un rato a charlar con Superman,
adivinar sus palabras, poco hemos aprendido.
Estuvo el
maestro por siglos a nuestro lado,
¿cuántas
veces le hemos ultrajado?
¡Escúchame!,
lo dice cuando salta y dice que él es grande.
¡Mírenme!,
cuando se hace frente al televisor para robar una carcajada,
al sonar y
sonar del teléfono, que a veces respondemos:
¡Ya!, ¡deje
de joder German, coja oficio…!
¡Mi pobre
ángel!, a veces somos crueles, no hay que negar
queremos que
otros sean como nosotros, no aceptamos diferencias.
Nos odian
porque hablamos, nos odian porque callamos,
de tontos
nos iría mejor, ¡claro que sí!
y él
entonces se va hacia el rincón de mami,
enciende la
radio a todo volumen y eso también nos molesta:
¡Claro!,
para llamar la atención ¡qué fastidio!,
pero al ver
a su rostro, una carcajada se pega,
¡jajajaja!,
sí, German jode, pero todos lo amamos.
Peleaba con
Enrique, a las trompadas limpias.
Su fuerza de
león asusta a todos,
¡ni pendejo
que fuera para dejarse joder!
Domingo conoció de su fuerza
¡Aquí mando
yo!, dice cuando llegamos a casa,
y ahora me
entero que sí, siempre mandó ahí;
fue el rey
en el corazón de todos.
una camisa
un pantalón, lo nuevo ni le importa,
toca lavarle
el culo, echarle agua untada con algo, a
escondidas,
¿qué otra
manera nos podríamos inventar?
Antes se
cambiaba cada momento, se bañaba mucho,
ahora no
quiere otra ropa y la vuelve apestosa.
Si le
entregan la nueva la recibe con recelo:
¡Esa noooo!,
¡opa mía, mía!… y golpes a la pared
puertas
reventadas, y remiéndela otra vez.
Y paciencia,
Dorita la reina de la dulzura
espera con
reja y candado a que el sol la seque.
¿Qué puedo hacer? ¡Me toca!,
y lo mira con ese aire
de princesa,
lo acaricia
como al hijo que no tuvo,
y hacendosa, mi hermanita va por mi café.
¡Échela a
la basura!, ¡ese bobo huevón si jode!
¡No se deja!,
quiere la misma porquería de ropa,
¡jajajaja! , el día se vuelve inmenso cuando lo vemos,
no importa
que nos saque la piedra a ratos,
es nuestro
ángel especial, /decía mami, un regalo de Dios.
¿Qué hubiera
sido de mi vida sin él?
Y es real es la mansa alegría en momentos de dolor.
¡Por algo
fue enviado por el Creador, es verdad!
¡Aquí mando
yooo jajaja!...
El único que
se enojaba era Kico
¡Ahnhh
nooooo, Kike bobada!... mmmmm
Y se
iniciaba la pelea en medio de reclamos y carcajadas.
Ahora es el
rey absoluto de la casa de mami,
cuida de
Dorita y ella cuida de él.
Herencia
suya, /le decimos.
¿Sí?,
esperen a que muera y lo sabrán,
¡tienen que
hacerse cargo!, ¿acaso soy la única hija?
¡jajajaja!,
poechito mi hermanito,
pero lo
amamos en verdad.
Barranquilla,
octubre 25/14