jueves, 9 de octubre de 2014

PENSAMIENTOS OCTUBRE 2

PENSAMIENTOS DE OCTUBRE 2

TANTO LE DIO A LA VAINA
QUE HASTA POR FIN RESULTÓ,
NO FUERON DE DIAMANTE LOS ANILLOS
NI PERFUMES LOS FRASCOS DE MENTIRAS
NI ROSAS SUS PALABRAS,
TAN SOLO FUERON ESPINAS
DEJANDO SENDAS HERIDAS
EN LO FRÁGIL DEL CORAZÓN.

Todos tenemos un libro escrito en el árbol de la vida
Cada día es una hoja, cada hora un párrafo
Nadie puede volver atrás los pasos dados,
Y la suerte no es porque seamos buenos o malos
Simplemente estaba ahí, por cosas del destino...

¿PUEDO VOLAR MAMI?,
/PREGUNTA LA PEQUEÑA PERDIZ.
Y MAMI LE RESPONDE:
¿PARA QUÉ DESEAS VOLAR,
SI PUEDES CORRER?,
CALLA ANTE EL DEPREDADOR
QUE TU SILENCIO SERÁ MEJOR
PUES TE PROTEGERÁ,
COMO SI GRANDES ALAS TUVIERAS.

INSTANTES TAN SOLO
VOLANDO AQUÍ O ALLÁ
COMO BRISA DE PASO
ME ALEJO DE A POCO,
COMO LAS OLAS DEL MAR
ME ACERCO A TU ORILLA
PARA DESVANECERME
EN EL RUIDO DE OTRAS OLAS
QUE ME SEGUIRÁN.

Y dijo el colibrí: ¿Te puedo besar?...
La flor muy tímida respondió: ¿Para qué?
Tan solo para saber que existo,
Mi dulce amor.

EL AMOR NO HA DE DOLER, DEBE SER COMO UN MANANTIAL BROTANDO DE LA CUESTA, PORQUE SI DUELE, NADA TIENE QUE VER CON ÉL .

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 9/14


PERDÓNAME/A Omar Medina Rojo

PERDÓNAME/A Omar Medina Rojo
Si casualmente te herí: perdóname
Sólo quería parecer gracioso
Ser como el gorrión azul en tu ventana
Trinando y saltando para que de mí te enamoraras.
Me haces mucha falta
Quiero ver el brillo de tus ojos
Que me enamoran como las estrellas al anochecer
Sentir tu boca tibia en la mía
Y tu corazón como un cascabel.
¡No te vayas!,
Recuérda nuestra primera vez
Olvida los malos momentos
Y ven a mí, regálame tu perfume de mujer
Tu andar de gacela nerviosa
Junto al murmullo del mar y su orilla
Pegados del sol y de la esperanza
Como rocas que se vencen a los besos de las olas
Y yo, mi amor, sediento de los tuyos
Esperando ese perdón que nos ajuste
A ésta primavera que se acerca.
Perdóname mi amor
No podemos perder el tiempo enojados
Corre hacia el cerro de mi pecho
Que yo por una mirada tuya
Daría lo único que tengo
Éste inmenso amor por ti.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 7/14

ENTRE LAS VIOLETAS

ENTRE LAS VIOLETAS
Entre las violetas
Un pequeño nido armé,
Y en mi corazón turquí 
Un espacio inmenso,
Guardo para ti.
Perfumo el aire
Ahondo el mar,
Ganas de besarte
Siempre me dan.
Pero te alejas
Cual potro alazán
Con un relinchido
Hacia la cumbre
Donde se ensancha el mar.
Más luego te busco
Retorno al jardín
Me guardo en un nicho
Esperando por ti.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 7/14

CANTO MARINO

CANTO MARINO
Faldas de novia
como hadas vírgenes
esculpiendo favores en el viento
arropadas en silencios, de rodillas.
Niñas blancas de tímidos semblantes
acosadas por la fiebre y los delirios,
cual olas que sobre las rocas lloran
y un grito de cobra, bufando sin herir
les advierte de un gran peligro.
Levantadas en fuerza y vigor
nos enseñan que las olas son
imagen y reflejo de la vida.
Unas veces a rastra van
otras elevadas
para caer siempre
entre más altas
más fuerte la caída,
entre más abajo
más suave la despedida
mojando arenas y ermitaños
que en soledad se alejan,
para buscar cobijo
entre rocas fuertes
o arenales tibios.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 7/14

A MEDIA RIMA

A MEDIA RIMA
HAY UN BURLÓN EN CADA ESQUINA
Y UN SABIO TOCANDO A TU PUERTA,
HAY UN NECIO EN CADA BOCA, 
Y UNA FLOR EN CADA HUERTO 
ALGUIEN NECESITA LO QUE TIENES
PERO NO TE HAS DADO CUENTA
QUE TUS SANDALIAS ME DUELEN
Y TU PEREZA ME ASIENTA.
LA MANOS SE TULLEN
ES QUE ESTABAN EN EL HORNO
ENDEREZO UN POCO LOS DEDOS
Y DE TU AMOR ME ESCONDO.
TORTILLAS DE MAÍZ TIERNO
GUISO ADOBADO CON SUDOR
¿QUÉ OTRA COSA TE SIRVO CORAZÓN?
¿QUIERES PERLITAS SALOBRES
SERVIDAS EN UN TAZÓN?
PERO DE NUEVO LEVANTO LA MIRADA
RIMA ÉSTE TIEMPO CONTIGO
CON EL BRILLO DE TUS OJOS
COMO EN LA PRADERA
EL DORADO TRIGO.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 8/14

NO CIERRES LA PUERTA

NO CIERRES LA PUERTA
Sentimos que a veces nos cierran las puertas injustamente,
levanto el rostro y hay un espacio que lo cubre todo,
¡somos a ratos tan arrogantes!, 
pero el estruendo en el cielo nos acobarda
y el piquete de una avispa nos hace correr.
La burla hacia lo que hacemos con amor
casi siempre se pisotea,
como los puercos a las rosas
y el huracán a las primaveras.
Entramos como seres pálidos aquí o allá
y sentimos el desaire,
los ojos se ven y se hablan,
se murmuran hipocresías y falacias
sin pena ni vergüenza,
ni temor a esas colas tan largas que llevamos.
¡No me cierres la puerta!,
¿Te crees acaso mejor que yo?...
busqué una roca para descansar
y un ave a mi vereda se acercó.
¡Trina bello!, una serenata sin pedido,
un huerto de colores,
y arriba todo, vestido de oro
el Rey de los astros,
como si fuera su primer día
entregando abrigo
para que cesen los temblores.
Voy cuesta abajo, o arriba, como me toque
aprendí a dejar la pelea a otros,
en el silencio de mi alcoba encontré reposo
como en el ruido de mi árbol, una sinfonía.
Siguen cayendo hojas y hojas
cada una con igual destino,
la brisa se lleva las livianas
un trueno agita el espacio, ladran los perros
y un golpe atravesó mi corazón.
Aquí estoy... creo que la cerraste
asomo a la ventana como siempre
prisionera en cárcel de oro,
admiro del paisaje cambiantes óleos
conmovida ante maravillosos tesoros.
La puerta inmensidad se abrió
Y mis ojos abarcaron mucho más
De lo que podían ver.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 8/14
Me gustaAnderson, Vero... Cata.

GOLONDRINAS

GOLONDRINAS
El piano alegró la jornada
Una salida abrió los ojos
Cuando llegaron en bandada
De terciopelo entre las nubes
Golondrinas viajeras
Que iban y venían,
Como si el mar las tocara.
Y el piano, cual  la vida
Entre blancos y negros
Alegres o tristes sones
A mis horas  entretiene.
El músico de negros ojos
Tiene triste la mirada,
¿Por qué te acongojas mi niño?
¿No viste hoy lo bonito de las nubes
Y lo azules que estaban?
Frenó en seco... es verdad...
¡Qué tonto soy!...
Se va el tiempo y no he visto el paisaje
Al fin y al cabo es gratis,
Y con una carcajada
Extendió sus alas mi amor
Para juntarse de a poco
Con las aves del balcón.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 10/14

CIERTO DÍA [32]

CIERTO DÍA [32]

Estuvo encorvado por mucho tiempo, lamiendo como perro huérfano de las migajas que otros lanzaban, y al pretender alzar la mirada, era una hoz cegando trigo, y su alma una cometa feliz al viento.

Cierto día escribió  en una hoja: ¿qué soy?, creo que un color negro, tan oscuro que me filtro en la luz de las estrellas y puedo ser luciérnaga de paso en tu ventana, ¿seré la sombra de la montaña?, puedo ser la flor del mañana que no ha despertado, o el perfume de una gardenia, que ni un colibrí ha besado. Mientras duerme mi pequeña, un sueño profundo, y pienso que la vida es una picadura de zancudo.

Un loco desgreñado que pasaba por mi lado y nunca lo vi, es un poeta que le gritó al mundo que despertara, porque él era Jesús y ni siquiera lo sabía... él mismo se vio al espejo y se conmovió de lo brillante que tenía la mirada, sus manos como gajos secos, su pecho pegado de su boca parecía un reseco bosque sediento de amor, sí... era Jesús y nadie me veía...  ¡estuve tantos años vagando cerca de tu ventana!, mi olor te hacía correr, y con mis harapos que cuidaba cual tesoros de rey, me acurruqué muchas veces a tu lado,  tú ni siquiera volteabas, llevabas el afán del mundo en la pupila, la ceguera del tonto y la estupidez del arrogante... te gritaba en mi silencio: ¡mírame!, es una oportunidad para ti, no para mí, a mí me sostiene el mismo del espejo, que hasta soy Él... así que pasabas y pasabas como un pobre más miserable que yo, creyendo que la vida era llegar a la cumbre, pero sabía que al llegar allá, sentirías esa misma sequedad en la garganta que tengo ahora.

Detallé a ese ángel que te mira con hambre, no tiene rostro de mujer aunque se le parece, ni de hombre, porque es Él mismo, vagando por ahí, espinándose con las rosas del camino, arañando de las esquinas algo para reír; lleva su guitarra a cuestas, pero no es un crucifijo, son sus penas que tienen sonidos mágicos que destilan sus dedos cuando tienen hambre, y su voz de ángel que nadie escucha, ni su blanco rostro que palidece poco a poco, como si la pobreza fuera  una lápida, para que los arrogantes pisoteen.

¿Será que es vicioso?, ¡pregúntale, tal vez tenga algo para ti!, te dirá que es otro de los parias sin fortuna que van con sus dones como esperanza, por un mendrugo de  pan, mientras aquéllos que no tienen ni siquiera amor, se atreven a escupir el plato que les sirven, y humillar a quien lo lleva hasta su mesa.

Anoche llovió a cántaros,  las aves, ¿en dónde se resguardarán, si cada día son menos los árboles?, al salir, una bandada de golondrinas; desde la muerte del cantante vallenato, cuando hacía cola para comprar los desechos del incendio de Sao, no las había vuelto a ver, las fumigaron como si fuesen basura, cierto día no estaba el árbol, y tomé una en mis manos, un pico tan bello, ¿cómo haría el Creador?, sus plumas muy negras con pequeños versos azules platinados, muy intenso el color, como una mentira disfrazada de verdad, y en mis manos, yerta y fría la golondrina, es cierto... no lo niego, ¡me hizo llorar!

Ahora, regresa la tarde y saldré a ver el espectáculo, no son tantas como aquélla vez, hace más de 15 años, ¿lo recuerdan?, unos tiros cuando salía a la puerta, su nombre: Rafael... un joven Rafael Orozco lleno de juventud y vida, y estoy aquí todavía, escucho a veces sus canciones, como si retornara su alma en medio del bullicio de las golondrinas del ayer, ¡pero se fue!...  no habrá retorno, vendrán otras aves, buscarán otros árboles, espero no los derriben, no llamen a los bomberos para que las asesinen con el agua a la velocidad del rayo, matando la vida, para sembrar tristezas en el alma.

Cierto día, lo sé... hay muchos ciertos días, el de hoy es precioso, hace rato no escucho al mirlo cantar, como una semana, pero en un instante regresará alguien parecido, y mi ventana estará de par en par para él...  lo veo con una tristeza rara, se parece a mí, dijeron los ojos del vago en el espejo, ¿son ojos de mujer?, ¿cómo lo puedo saber?, puedo ser el mismo hombre guardado en el triste mirar de un cachorro que se patea cuando intenta un refugio, eso lo escribió Él, lo vi en sus ojos, cuando al voltear, un mar inició su canto de la tarde, y un alcatraz levantó vuelo.

Era un loco, ¡un pobre loco como yo!

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 9/14