jueves, 16 de enero de 2014

LOS POBRES DEL CIELO


Imagen: Alex Rueda Jiménez

LOS POBRES DEL CIELO

Ahí estaban mis pobres del cielo…
¿Qué habrá para comer hoy?
Si no hay abajo alimento, menos arriba
Si no hay amor en sus corazones
¿Cómo encontraremos algo para sobrevivir?

Aquí estamos, sobre la muerta vida
El tronco vencido por una sierra
Que con furor chilla y destruye
Mientras volamos, hambrientos
Buscando al menos el hedor de la muerte
Ese vicio que nos mantiene al filo de la vida.

¡Qué no cremen los muertos!
En el centro de una montaña lejana
Dejando sus huesos al bosque
Sus carnes corroídas desaparecerán
Serán almas en vuelo sobre las brisas
Viendo el azul mar desde nuestros ojos.

¿Quién inventó el negocio de cremar la carne?
¿Ahora qué haremos?, ni siquiera los muertos nos dejan
¿Qué oficio tendremos ahora?, si para ello fuimos creados
Para limpiar el hedor del bosque, y vivir felices
A pesar de todo.

Mis niños del cielo, padecen de hambre
Se acaban de a poco, ¿será que pueden comer granos?
Tal vez se vuelvan como las gallinas criollas
Y en vez de ser ellos quienes nos devoren
Cambiemos su destino, por esas crueles razones
De los que parecemos humanos.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 12/14

A TI

A TI

Un ave emprendió vuelo al infinito,
Con sus alas extendidas no lloró sino que cantó...

A veces los escucho, cuando hay mucho silencio...
Cuando una honda melancolía viene sin saber la razón...

Es un ave que se confunde con el sol y no se quema...

Cuando estés triste y abatido, déjala que trine,
Llegará como una leve brisa fría sobre tu cuello,
Para decirte: No llores por mí, que soy libre ahora...

El viento el mi amigo,
El mar azul es mi refugio
Y el cielo es la meta en donde ahora estoy.

Mañana, muchas veces me afané por ese día...
Pero ese mañana era hoy...

No te apures ahora y vive la vida...
No persigas tantas cosas, que nada vale en el momento final...

¡Soy tan feliz!...
Pero más lo sería si los veo afrontar cada prueba
Y pasar el trago amargo de la ausencia,
Donde faltaron abrazos y besos...

Un perfume ahora...
Una flor que parece pasar por tu lado...
El canto de un sinsonte...
Puedo ser yo quien persigue tu sombra y te protege ahora.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 12/14


PARA TI, PARA MÍ

PARA TI, PARA MÍ

Cuando quieras decir algo, simplemente debes decirlo, aunque los silencios hablan más que muchas palabras...

Cuando debas quejarte de alguien, no se lo digas a otros, hay maneras para hacer llegar tu mensaje.

No te quejes si tienes hambre, ya que ella nos ayuda a ver que otros también la tienen, y que no se siente bien.

Cuando quieras hablar conmigo, hay una bandeja de entrada, no pongas burla a lo que otros hacen, mira a ver qué haces…

Cuando tengas hambre, no me reproches nada, tal vez aquí también hacen falta muchas cosas, pero tienes la oportunidad de trabajar y conseguir tu alimento, yo trabajé desde los 8 años, no soy una santa, pero tampoco me gusta que me humillen, hay que levantar el rostro, no importa si hay hambre, si nos da temblor en el cuerpo, si a pesar de no haber nada ahí, sientes ganas de vomitar, es normal, eso no es malo, lo malo es juzgar a los demás y hacer juicios severos, sin conocer a la otra persona, ni las goteras de su propio rancho.

Si los demás tienen más que tú, ¿es acaso tu problema?, ellos tuvieron más suerte, pero no te afanes por eso, tu historia también puede cambiar, si dejas de mirar el camino ajeno…

Ahora, procura ser un ejemplo no para los demás, sino para que te sientas orgullosa de ti misma, no hables nunca de tu familia, pues en los momentos difíciles, es la familia quien está presente.

¿Qué te vistes con ropa ajena?, ¿te da pena eso?, pena debería darte que botaras lo que otros te regalan, también mis primos me regalaron su hermosa ropa, y fui orgullosa con ella, más no soberbia, tenemos que ser humildes y agradecidos, en épocas difíciles la familia estuvo ahí como abejas en la miel, y también nos llegó el momento de escoger la ropa sin estrenar, para donarla a otros que no tenían posibilidad de comprar.

¿Qué tengo muchos perros y gasto dinero comprándoles la comida? ¿Crees que ellos son mi ruina?... en épocas difíciles mi Jefe me dijo algo al oído, y ellos me ayudaron, ahora mi turno es ayudarlos y darles lo que necesitan, pues a mí ninguna persona me regala un grano de comida para ellos, todo viene de la mano de Dios y no me hace reclamos.

Deja tu perro orgullo, yo estoy tratando de abandonar el mío… ¿finalmente de qué sirve eso?... de nada… cuando tengas hambre no hables de tu familia donde sobra la comida, simplemente llega de visita a la hora del almuerzo, o antes, siempre habrá algo para brindar con amor, pero no renegar de nuestra suerte, porque estar vivos es de por sí un tesoro, y por ello debemos doblar las rodillas cada segundo.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 13/14

EL OJO DE DIOS


Imagen: Internet

El ojo de Dios, mi hermano Pablo sabía tejerlos muy lindos, yo lo descubro cuando no permito dañar mi propio cuerpo, no importa que me escupan insultos al rostro, ¿qué hacen con el regalo vida que Dios les ha dado?, puedo levantar el rostro y decir que nunca he fumado marihuana, ni he probado porquerías, aunque recordándolo bien, si he probado porquerías, cigarros que es algo parecido, un cáncer, ¿sería por ello?, pero tuve el valor de gritar: ¡¡No!!... tráguese usted solo esa porquería si es lo que desea, pero conmigo no cuente, yo valgo mucho más que eso...

Además, quiero estar sobria siempre, disfrutando de cada segundo de vida y salud.


Recuperé mi fuerza, mi Jefe divino me regaló la oportunidad de vivir dos veces, y tal vez muchas más... estoy en la tarea de no quejarme y dejar de llorar, pero también en la misión de ayudar a otros a que no caigan en el error de seguir el juego a los criminales que viven del dolor ajeno, como son los expendedores de drogas, los falsos amigos, las falsas amigas, ojo... observen al cielo, o a cualquier lado... ahí está el invisible viendo lo que hacemos  con el regalo que él con tanto amor nos regaló...

Éste momento basta, para que retomes tu camino, para que inicies a caminar por tu cuenta, y no con los pasos de otros...

Y ojo... yo no desperdicio el agua, reciclo el agua de la lavadora, segundo enjuague, vuelvo a lavar la sucia, el resto para lavar baños, para la calle, hoy sucedió algo que no me gustó, no tolero los abusos, una manguera regando con el agua limpia, tal vez lavando algún carro, no lo sé, pero a poner coto, porque abusar de los demás es fácil, lo importante es decir ¡BASTA!... que no crean que soy una boba porque paso muchas cosas en la vida. 


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 13/14

TERCERA EDAD


Imagen: Internet

TERCERA EDAD

Me da una pereza hablar de la tercera edad, ¿creía acaso que los años no llegarían?, me siento afortunada por ello, y mejor no me quejo, pues muchos niños, jóvenes, otros a quienes ni siquiera dimos la oportunidad de vivir pues decidimos abortarlos, otros que por cosas que no sabemos no pudieron nacer, pero aquí estamos con arrugas o sin ellas, con achaques muchos o pocos, amaneciendo, trasnochando, pasaron los calores de la juventud y avistando el reposo de todas las cosas que antes nos convertían en hadas, y hermosas bailarinas, en doctoras, en jefes de algo, para simplemente ser personas de la tercera edad, aceptando los achaques que vienen y van, los dolores de pierna, ¿qué será esa joda?, una tiranta que sube y baja, un ardor extraño aquí o allá, esa vaina reseca que ya no se moja, o cuando se moja parece otra cosa, que el páncreas, que la vejiga, en fin achaques propios de la edad que no son para nada temerarios, pero sí hay que iniciar a ese algo que se llama: Aceptación.

Linda edad, cada una tiene la maravilla de algo, lo hermoso de saber que pasamos por la vida sin dañar a otros, comulgando el pan nuestro de cada día, participando de la lluvia, del sol, de la bendición de un árbol, de la delicia de vivir alguna vez en una pieza acosada, con un adorno que se volvió un demonio de un momento a otro, y terminamos sacándolo a la calle, o terminó la bruja sacando nuestras cositas a la calle para buscar un refugio aquí o allá, pero la vida, el gran don divino que nos permitió llegar a ésta edad tan maravillosa, no importa si no voy tomada de la mano de un amor, él se quedó en el camino con su orgullo o pudo ser el mío, que se cansó de perdonar ultrajes, y sigo de mi propia mano, abriendo caminos en mi hogar, preparando un arroz con atún con las indicaciones de mi hija menor, que no sabe ni preparar un tinto, pero bueno, aceptar, siempre continuar con dignidad, abonando el camino para cuando seamos sembrados para una eternidad.

Ayer falleció el hijo de un primo, por respeto a su familia prefiero guardar silencio, dejar en manos de mi Jefe divino su joven vida llena de sueños y esperanza, pero todo le pertenece al dueño del huerto, y sólo él sabe el día de nuestra marcha, por algo nos permite quedarnos un momento más por aquí.

Hablaba con mi hermana Sofía, de lo que viene ahora para nuestra generación donde ya hemos despedido demasiados amigos y familia, pero es más triste tener que despedir a un hijo, que la providencia nos proteja, y seamos nosotros quienes marchemos primero, porque ese dolor ha de ser terrible, nadie podrá nunca consolar a un padre, o a una madre que pierde a su joven muchacho, ese consuelo llega de lo alto.

Hablábamos de que el tiempo se acorta, pero no sabemos cuántos segundos ni minutos, pues es tan incierto nacer como morir, pero es un paquete que viene completo para todos.

Me da pereza pensar que vienen los achaques, que antes podíamos lidiar una gripe con agua de panela con limón, pero ahora no podemos, debemos cuidar al máximo nuestros segundos de vida, pero hagamos esto o aquello, la vida no es nuestra, y el día que nos sintamos más fuertes y sanos, vendrá mi amiga parca por alguno de nosotros.

La jartera de los dolores, ¡qué pereza!... las tirantas, que me duele la pata, que me duele la cintura, que la nuca, que las nalgas no existen y toca colocar un cojín, que la brisa me jode, que ya no voy a misa, que se va a condenar al infierno, que el rosario de misia escopeta, que las astas, los triglicéridos, la presión alta, eso es lo que me da mucha pereza de pensar en la tercera edad, lo demás vaya y venga, pero saludables, con ganas de bailar, y que la muerte llegue cuando estemos con la más enorme sonrisa en el rostro, así la quiero, que no esté triste como tantos años, estoy en la tarea de mantener esa sonrisa de mi madre, tan bella, con esa mirada dulce como la miel, eso le pido a mi Jefe amado que pueda lograr, y si viene la cuarta edad, que sea bienvenida con un bisnieto en mis rodillas, mientras chasqueo los dientes para que se asuste y le abro la boca de gigante y le muestro las garras de bruja, hasta que se acostumbre que su bizcabuela es lo más bello que hay para amar, abrazar y consentir.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 13/14

GRITOS DE MUJER

GRITOS DE MUJER

Hay un grito de mujer ahogado dentro de mí, me dicen, no lo diga, no lo repita... Puede ser peligroso, parecen buitres al acecho, pero mis niños del cielo andan con hambre, entonces no los comparo con ellos, parecen hombres muertos, sin alma, que sólo nacieron para el mal.

Mi grito se ahoga, parece que muere dentro de mí, como mueren las esperanzas de un pueblo cuando los corruptos son quienes dominan todo...

Me pregunto: ¿vale la pena?... Estamos sin garras ni alientos para luchar, y al fin grito con mi último aliento:

¿Habrá un país que me reciba con mis hijos?, me quiero ir, necesito un empleo digno para ellos, que puedan estudiar donde no tenga que empeñar lo poco que tengo, que puedan trabajar sin ser explotados, que puedan tener sueños, y no como mi generación, tan pisoteada, los sueños se van por las cañerías de los dueños de todo...

Y ahora... ¿Quién podrá defenderme?... Ni siquiera eso se puede... Porque los seres sin alma están al acecho de cada palabra escrita, de cada reclamo y cada voz...

Le dejo a la brisa mi reclamo, porque a ella no la podrán asesinar.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 14/14


CUANDO

CUANDO...

Cuando no me vean más por aquí, 
No se asusten…

Es que estoy buscando una verde hoja 
Para dormir un poco 
Y despertar cuando el sol esté más ardiente...

Si ven dos alas sobre una rosa, 
Si ven dos ojos de mariposa...

Pero si no me ven... Tranquilos...
Es que todavía no he podido abrir
La pequeña cápsula de mi eterno nido...

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 14/13

BEBÉ DE LAURA SANTOS RUEDA



Por alguna razón se borró, ya lo había escrito.

Dejo la imagen de mi sobrinita, una bendición su vida, pidiendo para ella salud y que pueda llegar a la vejez llena de felicidad.

¿Qué sentimos cuando vemos a un bebé recién nacido?...

Es como si al sembrar un rosal, en medio de un gran vendaval, viéramos la primer rosa en primavera.

¡Qué perfume agradable tiene!

Raquel


SOBRINA 3/ 2014


La bebé de Laurita. Nace enero 15/14 Barranquilla Atl.

Ayer nació la bebé de Laura Santos Rueda, dejando su imagen en mi blog, porque el tiempo pasa, detallo en su manita derecha una rosa, eso parece su manopla, eso parece su boquita, y toda ella un misterio de vida, un nudo, un calor tibio de madre como cuando recibí a mi primer hija, bendiciones, que podamos verla crecer, porque es muy triste, cuando tenemos que despedir niños y jóvenes, y quedamos ahí sin saber la razón, peleando contra el destino tan incierto...

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 15/14

CÓMODOS

Las palabras de los cómodos del país: Yo estoy bien, yo soy feliz, yo vivo aquí bien y de aquí no me voy nunca, es el mejor vividero del mundo.

Bajo un poco la mirada y pregunto a los que roban para sobrevivir, a los que no consiguen un empleo y si quieren mantenerlo deben conseguir votos y si no se van para la calle, le preguntaría a los niños y ancianos de la calle, a tanta gente que no tiene un rancho para vivir y lo hacen debajo de los puentes; me gustaría preguntarle a los chicos que buscan un hogar, porque los padres los tienen que abandonar ya no tienen trabajo, no tienen oportunidad de una familia ni un hogar...

Tantas preguntas por hacer, ¿pero a mí qué carajos me importa?, yo soy feliz, yo tengo trabajo, yo pude educar a mis hijos sin empeñar mi casa, yo tengo un buen negocio y la puta vida de los demás me importa un carajo...

Injusticia social, y lo más triste es que parece que a nadie le importa, ésta es la verdadera razón de la desigualdad en el mundo.

¿Acaso me importa que sus hijos no puedan estudiar ni conseguir un empleo digno?, yo sí pude, yo sí puedo, porque yo soy una persona feliz.

Éstas respuestas me llenan de mucha tristeza, en Colombia no hay gente feliz, ese cuento es reforzado, hay gente corrupta que acepta las vagabunderías de los gobernantes y tienen la concha de favorecerlos y volver a votar por ellos, para mantener sus prebendas, ésto se llama cinismo, doble moral.

Y ahora mi tinto caliente, porque se me rebotaron las amebas...


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo/14


A VECES

A VECES L1R
Publicado por RAQUEL RUEDA BOHÓRQUEZ el enero 14, 2014 a las 6:13pm
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Como ahora cuando no sé hacia donde correr
Busco el mismo lago azul donde te descubro
Navegante que mi corazón inflamas
Como cera derretida…

Y te pienso, ¿serás tú ese amor?
Un camino sembrado de cardos advierto
Donde las secas ramas me hacen tropezar
Azaleas, ¿flores en otoño se encontrarán?

Persigo tu olor, como los colibríes a las flores
En tus ojos negros espero descansar
Un vaso de vino bebido de tus labios
Con mis manos como locas palomas por tu piel.

A veces… cuando todo parece enmudecer
Y del cielo cometas de colores en cualquier atardecer
Se pintan de lágrimas los ojos cada vez
Sin querer pasamos como ellas, sin adivinar siquiera
Que no te volveré a ver…

Te marchas luego, para al instante regresar
¡Qué divinas alas blancas tienes!
Sobresalen en mi rosal…

A veces sí… te quiero conmigo…
Pero pasa el tiempo y no estás
Vago con mi sombra de nuevo
Un dolor se vuelve eterno,
Y entre las espigas de mi vida
Las pequeñas flores vuelven a brotar.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 11/14


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A VECES
Publicado por RAQUEL RUEDA BOHÓRQUEZ el enero 14, 2014 a las 6:13pm
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Como ahora cuando no sé hacia donde correr
Busco el mismo lago azul donde te descubro
Navegante que mi corazón inflamas
Como cera derretida…

Y te pienso, ¿serás tú ese amor?
Un camino sembrado de cardos advierto
Donde las secas ramas me hacen tropezar
Azaleas, ¿flores en otoño se encontrarán?

Persigo tu olor, como los colibríes a las flores
En tus ojos negros espero descansar
Un vaso de vino bebido de tus labios
Con mis manos como locas palomas por tu piel.

A veces… cuando todo parece enmudecer
Y del cielo cometas de colores en cualquier atardecer
Se pintan de lágrimas los ojos cada vez
Sin querer pasamos como ellas, sin adivinar siquiera
Que no te volveré a ver…

Te marchas luego, para al instante regresar
¡Qué divinas alas blancas tienes!
Sobresalen en mi rosal…

A veces sí… te quiero conmigo…
Pero pasa el tiempo y no estás
Vago con mi sombra de nuevo
Un dolor se vuelve eterno,
Y entre las espigas de mi vida
Las pequeñas flores vuelven a brotar.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 11/14

OTRAS VECES


OTRAS VECES…

También otras veces, nos empeñamos sólo en las espinas…
Olvidamos los ríos de sangre que fueron vida
Que estuvieron aferrados, atrapados en sueños 
Pero ahondaron bajo las ramas secas
Y ahí se quedaron…

Otras veces también, nos quejamos mucho…
Otras nos elevamos, y decimos:
Soy el más feliz porque eso tengo en mi corazón
Pero al decirlo, me ha sobrado la comida
Cobro más de lo debido a los pobres, y olvido mi razón primera
Cuando doblo una y mil veces hojas de sagradas escrituras
Muchas de ellas amañadas por los tiranos…

¿Qué será de ti mi mariposa?
Aquí estás sobre mi sencilla mesa de un árbol muerto
Sonríes a pesar de no estar, y tu aroma persiste…
¿Será que una nueva tormenta se avecina?
Pero ayer nació tu nueva bisnieta, hermosa
¿La pudiste ver cuando nacía?

Tiene bellos ojos como la noche
Su piel parece tu chocolate espeso
Su sonrisa parece un botón de rosa
Y su corazón es lo más bello,
Tiene cascabeles como tu sonrisa.

¿Hacia dónde vas mi niño hermoso?
Mi pedazo de muchacho enorme y lleno de vida…

Yo aquí de nuevo, llorona como siempre…
Es que las cascadas son enormes, siguen brotando
Sigue fluyendo la sangre por las venas
Y de a poco los veo caer también a causa de una bala
De algún desprevenido que por ahí pasaba…

Me pregunto como el poeta: ¿Qué es la vida?
Realmente no lo sé, porque hoy me duele todo
Ayer tuve el mismo sueño donde un toro rojo me acosa
No tiene heridas, pero sí fuerza y arrogancia…

Huyo veloz entre la gente, pero nadie extiende la mano…
¿Quién será?... No lo sé… tal vez alguien que grita
Un ser que se esconde entre flores y aves, para suplicar un abrazo…

¿O serás tú mi toche dorado? Una prevención sobre el peligro
Y al contar todo se va, hasta el dolor en el pecho
El que siempre me agita con angustia cada amanecer
Y al dormir, creo que despierto a las mismas 3 y algo
Con la voz de la brisa sobre las puertas que cierran y abren
Como un frío que te mira a la espalda sin saber qué es,
Siempre acosa y corro de nuevo,
Dejando encendidas todas las luces y el miedo regresa…

Ahora escucho a los canarios de nuevo…
Tan felices parecen, pero creo que lloran libertad
Gimen montañas y cerros entre flores blancas y rojas…

Y dejo que pase todo, pues nada puedo hacer
Sólo dejar tristes letras por ahí, para recordar a mis amores
Y contarles cada día lo que pasa, mientras me acerco un poco más
A ese túnel de colores, que me llevará sin doler hacia un mundo
Donde no hieran las espinas, ni lastimen las rocas.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 15/14

AZUL

AZUL L1R

Entre azules se crea la vida
Y entre azules marcha...

Huele a bosque todo
cuando cierro los ojos,
y el oro puro llega
para quedarse entre mis horas.

Entre azules mi primer beso
¿Es hora de recordar?
No lo sé... pero aquí está...

Viaja el pensamiento
como alas de cóndor
perdida entre las nubes te busco
abrazada de los azules del alma.

Y al fin... un descanso dije
cerré un minuto los ojos
busqué una cometa para elevarme
y en la ventana sin rejas
el azul me entretuvo, un instante.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 15/14

VIÉNDOTE

Foto: VIÉNDOTE

Como ahora muchas veces
Viéndote vestir o desnudar los trozos de vida
Ya el cansancio de las manos, de las piernas…
La niña enclenque, mi anciana vieja amada
Sin querer toparse de frente con la vida
Se encontró cara a cara con la muerte. 

Pasó el tiempo y te seguía detallando
Aun costándote no ponía tus zapatos
Mientras tomabas mi mano para acariciarla
Sin hacer preguntas, nos respondimos a los ojos.

Verdes praderas descubrí muchas veces…
Como cañadas donde los besos se esfumaron
Ramas de cebolla blanca sobre la mesa
Tan peculiar olor de los caldos de mi madre.

Tu perfume eran todos, como a niña 
A joven que nunca se pintó el cabello
A rostro blanco con el rubor de las penas del día
Y el escarlata que dejan hondas melancolías.

Hablamos de todo, hasta de mis sueños eróticos
Me contaste de los tuyos con un tal Guarín
Que pudo haber donado todo pero que lo quisiste a él
Con sus cabellos levantados como puerco espín
Con esos ojos negros y su mirada ardiente
Con sus manos amorosas, que te sabían hacer mujer.

Claro que sí,  amiga mía…
Desnudamos todo de la vida
De tus angustias de niña correteada
Tus cuidados con tus hijos, tus afanes a la oscuridad de la noche
Y apresando rosarios entre los dedos tus ojos siempre
Como un par de luceros a pesar de la lluvia, sobresalían.

Ahora… de nuevo me pregunto si me escuchas
Siento eso mismo de ayer, una soledad terrible
Una inquietud que oprime como  tu corazón de siempre
Ese atoro inquieto en tu garganta… ahora se quedó la mía.

Amiga mía… ¿podríamos hablar a solar un momento?
Mis quejas, tal vez ahondaron tus pesares
Pero no cesan de llorar los sauces, 
Ni las cascadas dejan de brotar incansables,
Contenidas bajo montañas parecen lágrimas de madre
Que ahogada en un contento efímero parece gritar
Cuando bajan por entre las desnudas rocas a su paso,
Para tropezar tal vez, en el camino que  desviará su cauce
Sin llegar  a ese destino común ansiado 
Por todas las aguas que bajan de los ojos
Y son mar, a pesar de todo. 

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 16/14
Garza. Imagen Raquel Rueda B.

VIÉNDOTE

Como ahora, muchas veces
Viéndote vestir o desnudar los trozos de vida
Ya el cansancio de las manos, de las piernas…
La niña enclenque, mi anciana vieja amada
Sin querer toparse de frente con la vida
Se encontró cara a cara con la muerte.

Pasó el tiempo y te seguía detallando
Aun costándote no ponía tus zapatos
Mientras tomabas mi mano para acariciarla
Sin hacer preguntas, nos respondimos a los ojos.

Verdes praderas descubrí muchas veces…
Como cañadas donde los besos se esfumaron
Ramas de cebolla blanca sobre la mesa
Tan peculiar olor de los caldos de mi madre.

Tu perfume eran todos, como a niña
A joven que nunca se pintó el cabello
A rostro blanco con el rubor de las penas del día
Y el escarlata que dejan hondas melancolías.

Hablamos de todo, hasta de mis sueños eróticos
Me contaste de los tuyos con un tal Guarín
Que pudo haber donado todo, pero lo quisiste a él
Con sus cabellos levantados como puerco espín
Con esos ojos negros y su mirada ardiente
Con sus manos amorosas, que te sabían hacer mujer.

Claro que sí, amiga mía…
Desnudamos todo de la vida
De tus angustias de niña correteada
Tus cuidados con tus hijos, tus afanes a la oscuridad de la noche
Y apresando rosarios entre los dedos tus ojos siempre
Como un par de luceros, a pesar de la lluvia sobresalían.

Ahora… de nuevo me pregunto si me escuchas
Siento eso mismo de ayer, una soledad terrible
Una inquietud que oprime, como tu corazón de siempre
Ese atoro inquieto en tu garganta… ahora se quedó la mía.

Amiga mía… ¿podríamos hablar a solar un momento?
Mis quejas, tal vez ahondaron tus pesares
Pero no cesan de llorar los sauces,
Ni las cascadas dejan de brotar incansables,
Contenidas bajo montañas parecen lágrimas de madre
Que ahogada en un contento efímero parece gritar
Cuando bajan por entre las desnudas rocas a su paso,


Para tropezar tal vez, en el camino que desviará su cauce
Sin llegar a ese destino común ansiado
Por todas las aguas que bajan de los ojos
Y son mar, a pesar de todo.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 16/14

¿QUÉ HARÍA?

Foto: ¿QUÉ HARÍA?

¿Y qué haría yo, si no tuviera tu recuerdo?
No podría imaginar el cielo azul que nombro tantas veces
Muerta la ilusión, mueren los sueños
Pero teniéndote, es como vivir soñando sin que la muerte aprese...

Qué hiciera yo, si no me hubiesen quedado tus ojos negros
Se copiaron en la noche oscura, en las rosas encendidas
Me visto con la ropa de ese manto oscuro
Para vivir soñándote hasta que no haya dolor
Y pueda nadar entre las nubes. 

¿Y qué hiciera si hasta soñar me fuese negado?
No tendría nada... ni siquiera una cometa de seda
Pero me queda tu recuerdo apresado en el alma
Para viajar  entre alas de mariposa,
Cuando abra la cápsula mi alma y al fin,

¡Libertad...! 
Libertad sobre las corrientes saladas del mar
Yendo a donde quiera...

Raquel Rueda Bohórquez   
Barranquilla, enero 16/14
Mariposas, colección Raquel Rueda B.

¿QUÉ HARÍA?

¿Y qué haría yo, si no tuviera tu recuerdo?
No podría imaginar el cielo azul que nombro tantas veces
Muerta la ilusión, mueren los sueños
Pero teniéndote, es como vivir soñando sin que la muerte aprese...

Qué hiciera yo, si no me hubiesen quedado tus ojos negros
Se copiaron en la noche oscura, en las rosas encendidas
Me visto con la ropa de ese manto oscuro
Para vivir soñándote hasta que no haya dolor
Y pueda nadar entre las nubes.

¿Y qué hiciera si hasta soñar me fuese negado?
No tendría nada... ni siquiera una cometa de seda
Pero me queda tu recuerdo apresado en el alma
Para viajar entre alas de mariposa,
Cuando abra la cápsula mi alma y al fin,

¡Libertad...!
Libertad sobre las corrientes saladas del mar
Yendo a donde quiera...

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 16/14