sábado, 28 de diciembre de 2013

ABRO MIS ALAS [12]

ABRO MIS ALAS [12]

No sé hacia donde voy
pero abro mis alas...

La brisa guiará
un inquieto corazón,
y el alma rebotará
en éste largo vuelo.

Abro mis alas a tu luz.
Escondo cada olor,
guardo cada perfume,
disfruto cada melodía,
y tu nombre escribo
con mis pálidas letras
de gorrión.

Arriba de todo te descubro.
Eres mi águila de ojos claros
donde mi búsqueda termina
y la felicidad comienza...

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 28/13





PARA ÉL [91][13]


Carolina en Alemania

PARA ÉL [91] [13]

Si los insultos fueran como los paisajes:
¡Bendito seas, insulto!...

Si el amor fuera como un árbol
Me quedaría bajo su sombra...

Si la vida fuera sin dolor,
Tal vez no valdría la pena vivir.

Todo viene y pasa...
Como las hojas en el otoño
Y las flores en la primavera.

Pero el amor de Dios no pasa...
Se queda en el bosque
Y se transforma cual higuera...

¡Si pudiera ver tu rostro!
Pero lo adivino ahora
Con cada sonido leve de mi corazón,
Y cada gota de rocío sobre una flor.

¡Si pudiera elevarme hasta donde estás!
Sólo cuando me arrodillo
Puedo llegar hasta tu alar...
Decido hacer un alto en el camino;
Un trago de agua no es amargo,
Es tan dulce como pensar en ti;
¡mi llama ardiente!,
Mi ramito de alhelí…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 28/13


¿QUÉ HAY PARA MÍ? [14]

¿QUÉ HAY PARA MÍ? [14]

¿Qué tienes para mí, pescador?
¿No era acaso en mayo 
que las orquídeas brotaban?

¿Qué puedo decir, si te has llevado a mi amor?
¿Qué, si a mí muchacho lleno de sol?

Y ante éste empeño en llorar
Me donas al instante la lluvia del cielo.

¿Qué puedo hacer?
Están pegados de la sal de mis ojos
Están en las pecas de mis manos
Y en el verde claro de las montañas…

¿Qué tienes para mí, cielo mío?
Desnudé mi corazón en letras
Pero me han herido de muerte…

¿Puedes resucitar el encanto de mi boca?
Qué nadie vea en los ojos mi tristeza…

¿A dónde vas que no te busque?
Retorno a la roca viva y te encuentro.
Un pequeño nido de colibríes abre el pico
Y escucho tu voz clamar, por una caricia…

¿Qué hay ahora para mí?
¡Qué ingrata soy!
Has regalado vida en mis montañas
En mi propia iglesia donde habita mi alma
¿Y todavía me quejo?

Encuentro a mi rosa vieja llorando…
Tiene los pétalos ajados y la tez pálida…
Revolotea como blanca mariposa por mi estancia
Mientras me quedo viendo a un crucifijo,
Y una herida sangrante me deja ver sus labios…

Escribe… deja una nota de mi amor…
Diles que por mí son ahora…
Pero mañana… serán eternidad…

Dejo de preguntar y corro hacia mi jardín
¡Ahí están!… ¿ella es el mirlo cantor entre las ramas?
El pequeño canario de alas doradas, ¿es mi muchacho?

Una visita y se alejan…
Quedo aquí temblando,
Las perlas se juntan en mi viejo traje
Mientras me abrazo a la propia sombra
Que me sigue…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 28/13







¿QUÉ BUSCO? [15]

¿QUÉ BUSCO? [15]

Entre índigos de nuevo
Soy caminante solitaria
Con los pies heridos.
Nuevas llagas a punto de reventar
Pero sigo mi camino.

Arriba, colgada por un hilo invisible:
¿Es la luna?... creo que parece un sol
Con ese radiante color, cual si fuera oro puro
Que llena todo de esplendor, y le persigo…

¡Qué largo viaje!, no he visto nada…
Siempre estoy quejándome.
Quiero ver bosques y me los entregas
En estas líneas, para que detalle tu obra.

Las aves se prenden de ti…
Se descuelgan de los árboles y te buscan.
Las calandrias cantan a tu paso.
Si  marchas… el búho se entretiene,
Detallando el claro de las aguas
Reflejadas de luna y estrellas…

¿Qué busco?... todo es verde claro.
Diviso hojas secas, las detallo,
¡son tan bellas!...
Ellas me cuentan la historia de su árbol
Que las desprende para que sean jóvenes.
Las resucita en  hijos parecidos
Y todo esto me conmueve…

Sigo mi camino, ya los pies no duelen…
Parece que ese viejo ardor marchó
Entre las luces de diciembre y un nuevo amor.

Mi barquita de madera… ¡tan dulce y liviana!
Me ha llevado lejos, tan lejos…
Que hasta puedo tocar tus manos de luz
Y alcanzar mi estrella prometida, en tu mirada…

Un alto en el camino y ya es de noche…
A lo lejos, sólo luces son luciérnagas,
Que parecen estallar y gritar amores,
Revientan de pasión y fallecen junto a las flores.

Al levantar la mirada,
Las veo a todas y hasta más, en el cielo,
Como resucitados ojos, llenos de esperanza…

¿Qué busco?
¿Eres esa torre alta?
Mejor continúo, ¡me parece falsa…!
Miro hacia la inmensidad y una casita blanca,
¿Será el nicho de tu amor?...

Huele todo a poema… mi madrigal fresco,
Mi amante, mi corazón que palpita por ti.
Eres violeta teñida entre las nubes,
Flores que caen del más hermoso árbol
Aromando mi pequeño universo.

Pero estoy cansada, queda abierta la mirada
Me recuesto un rato más…
Me doy cuenta que he llegado a la cumbre,
Que estás ahí tan cerca de mis manos
Que hasta te puedo tocar…

Y asomas, mi consentido…
Bajo una roca gris, pareces un manantial,
Para dejar tus amores brotando de entre las nubes
Entre colores de vida escarlata, azules y verdes tímidos.

He pisado tierra santa,
Me quito las sandalias y paro de correr
Te he visto de frente, me has tocado,
¿Qué más deseo tener?

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 28/13


MI SERBIO [16]

¿El amor es asunto de adultos o de niños?... Dios y el diablo, el amor... la pasión, una amiga libidinosa, y yo...  Todo lo que viene de las estrellas es hermoso, pero el hombre lo volvió pecado...  

MI SERBIO [16]

Enclaustrada en tu corazón vivo,
¿Lo sabías?... Quiero repetirlo en tu boca…
¡Déjame hacerlo de nuevo entre tu pecho!

¡Qué rico es amarte!
Nunca imaginé la certeza de tus ojos
¡La transparencia de tu alma!

Ven… ¡tómame!, tómame…
¡Oh mi amor!, ¡no me quites la mirada!
Déjame estar en ese lago azul…

Permite que todo suceda, así… así…
Que no haya prisa en tus manos,
Deléitate… sí, así mi amor…

¿Lo creerás mañana…?
No imaginé lo dulce de tus labios.
¿Has tomado vino seco?
Muerde las uvas de mis pechos
Que me quedaré en las tuyas…

Más no te agites… respira profundo…
Ahógate dentro de mí…
Veremos el sol y las estrellas a la vez.
Un lucero azul pasará veloz
Pero no habrá tiempo para pedidos…

Mi amor… ¿Sí amor?
Te quiero… te quiero…
Yo también… ¡mucho más…!

¿Sabes cuánto te quiero?
¡Si pudiera medirse el amor…!
Pero si muero mañana
Te diré que era infinito…

Sí, hasta allá… hasta esas estrellas.
Hasta éste irrepetible momento
Donde no podré respirar más…

Hasta allá será mi amor…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 28/13






SE PARECE 2 [17]

SE PARECE 2 [17]

La montaña se parece a su amor,
Ahí se abrigan todas las aves del cielo,
Abren todas las perlas vivas...


Ahí se desperezan las flores
Entona el primer canto el ruiseñor
En medio de tanto aroma orquestado
Y de tanta vida jamás soñada.

Las palmeras son semejantes a nosotros
Tan altivas y arrogantes a veces
Pero tan dulces, si el viento las besa...

La casa de madera de mis sueños...
Aquí está todo lo que busco,
Tan grande y a la vez pequeña.

El cielo semeja un mar en lo alto
Con sus pasajeras nubes son la vida,
Que al multiplicarse, se eterniza...

Las arenas semejan hombres,
Son aves, todo lo que existe.
Volverán al polvo de la tierra
Y a lo que realmente somos...

Pero el mar...

¿Qué se parece al mar?
Tiene voz, esconde vida,

Guarda a mi navegante
Quien me guía en un instante,
Hacia las aguas profundas de su corazón.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 28/13








A MI JEFE [18]


A MI JEFE [18]

Buscando un amor,

Me entretuve en un paisaje.

Entre los verdes intensos estabas,
Parecías un canario dorado,
Una orquídea que de sus gajos colgaba.

Buscando tanto y tanto, olvidé mirarte...
Y al mirar, mi rostro quedó copiado

En el espejo de tus aguas...

Tan claro fue todo,

Tan simple fue,
Que tu amor desbordaba ante mis ojos
Y me postré, ante amor tan grato.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 28/13