miércoles, 30 de octubre de 2013

¿QUÉ HAGO AHORA? [3]

¿QUÉ HAGO AHORA? [3]

Pretendí dormir un rato, pero desperté asustada con el ruido de la calle,
hay unos olores, como si la ansiedad que acorrala y perturba, te persiguiera.

Espero de nuevo a quien se fue y se queda entre las carreras de un bosque ajeno
y las sombras de mi vida.

Ahora soy feliz si puedo expresar un poco mis sentimientos
y entre los ojos de mis perros y el ruido del ventilador,
retrato imágenes que son mi consuelo de a ratos,
con la confianza de que al instante, el sonido de niños me anime,
que una fragancia nueva tenga sabor a esperanza,
y me acompañe un tanto.

Pienso en lo extraño de la vida, y lo casual de la existencia.
¿Somos brizna de lluvia en medio de la nada?
¿Qué somos realmente para vivir tan perturbados?

Ahora estoy aquí, viendo retornar las aves a ningún árbol
dándome cuenta que hay menos sitios,
menos parques para soñar.
Que las hojas secas son vistas como basura
y nadie se mira al rostro, todos caminan como zombis,
sin saber a dónde van.

Entretenida en ver el movimiento de las hojas…
¿Quién las moverá? ¿Ese invisible viento es Dios?
¿Habita también en mi lugar?

A lo lejos lo descubro, en medio de la oscuridad,
esa luz violeta donde una primavera sueña
y el dolor desaparece en forma de ave,
de un águila que no hace ruido, pero sabe volar.

Me esperan los troncos que ayer desnudaron,
los que fueron arrebatados de la tierra.

¡Qué larga fila!, ¡tan hermosos!...
Qué robles tan llenos de flores frescas,
y un lugar donde me plantarán
para ser de nuevo parte de la tierra,
en otro sitio mejor, donde no existen las espadas
y el hombre no abarca más de lo que necesita,
sino que espera la lluvia del cielo,
aferrado de la madre con fuertes raíces, en ese lugar,
en esa casa buscada, un poco más allá del último brillo,
en ese sitio me dijo mi madre que existen danzas de soles,
y las estrellas suspiran amores.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 30/13

ABRE UNA FLOR [4]

ABRE UNA FLOR [4]

Ahora, en el instante del silencio,
abre una blanca flor a mi oído.

¡Su perfume es tan fresco!
Su aroma huele a tibio regazo
a pechos de madre,
a beso en la frente…

Abre una flor… ¿la sientes?
Sobre mi espalda un abrazo.
Parece de luz del cielo, de ojos verdes,
cierro los ojos, para verte,
¡tan pura mi reina!,
¡tan de noble estampa!

¡Qué bella eres mi niña pequeña!
Tan enclenque ayer, tan dolida…
Y ahora, al abrir una flor, un colibrí te besa,
ya no hay tristeza si la brisa,
si el aura violeta…

¿Es una cayena?... ¡parece una rosa!
¡No!, es una flor de loto, blanca, pura…
Regresó un instante para ver el sol,
el mismo que me la robó de los brazos,
y la hizo volar en alas de  gaviota.

Abre una flor sobre el cáliz de mi corazón
tiene el aliento del amor.
Es mi madre vieja quien retorna
siendo un lirio,
o un vencejo en primavera.

Es ella, ¡lo sé!, quien me ha dado un beso
para dejar su aroma en mi estancia
y regresar al huerto.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 30/13






PARA LA MONTAÑA [5]

PARA LA MONTAÑA [5]

Hay una razón para la montaña, permite que el aroma del bosque te inunde, será la mejor oración del día...

Hoy te mandarán a callar, te dirán que eres una ignorante y que no vales nada, pero si te ves al espejo, te darás cuenta que era mentira, vales lo mismo que todos, y entre todos, tal vez seas mejor que muchos.

Continúo con el musgo pegado de un árbol, con la humedad del bosque, con la virginidad de los claveles que no han sido tocados, y el desperdicio de los árboles que se derriban, para fabricar cajones a donde se siembra la muerte que reproduce la vida.

Un motivo que no dé pena, decir la verdad, muchas veces salirnos de las casillas también es humano, si alguien pretende abofetear el rostro sin motivo, y lanzar sus flechas, con esas rabias atoradas que buscan al más débil para castigar.

Me veo en el cristal de un lago, mi propio sitio, aquí tal vez las alimañas se escondan y me puedan atacar cuando esté dormida, o me regalen palabras lindas de frente, mientras cultivan sus hieles, que me darán si estoy más dolida.

Veo una gota caer, su motivo era éste segundo que ahora es pasado, pero estuvo ahí para que un pez se elevara y buscara un regocijo, y esa razón para que se impulsara

Dejo que la corriente ligera se anime y que terminemos todos oliendo del espeso bosque, de las hojas secas que se amontonan para ser abono, y se renueva el espacio con brotes de pequeñas flores, llegan los mirlos cantores a jugar, a encontrar cariños y danzar amores.

Que nos anime esa alegría que se escucha en su interior, ese olor a vida, a bondad de brisa fresca y limpia para llenar los pulmones, y el alma dé fuerza nueva,  que sembremos ahora que estamos vivos, porque mañana, es el incierto día que proclamé ayer.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 15/13





QUÉ ES BONITO [6]

QUÉ ES BONITO [6]

Nos entretenemos en la fugaz belleza, pero bonito es ver un ave bañarse bajo la lluvia, adivinar los ojos de una madre, alimentando a su cachorro...

Bonito sol que asoma entre las montañas, y deja un dorado sobre las rocas, y se funde con el mar, recreando nuestros ojos con la majestad de su sombra.

Todo es hermoso, pero bonito es un padre del brazo de su hijo, la bendición de una madre al salir de casa, tal vez sea la única y última ocasión de vernos, pues el camino es incierto y culebrero, decía mi hermano kico, /el loco.

¡Qué bonita es una hoja!, parece una mano abierta, la veo caer de un gran árbol de donde estuvo aferrada, ahí tal vez anidó una golondrina y se cubrió del frío de la noche, o de los rayos fuertes del sol, de las malas brisas, y ella permitió su labor, siendo sumisa a ese destino que todos tenemos sin poder evitarlo.

Me encantan los buenos amigos, ¡a veces son tan pocos!...

Me gustan siempre las ancianas, ejercen desde niña un raro influjo sobre mi vida, siempre fueron mis amigas, más que las jóvenes, pues de ellas robé un poco de sabia de sus ojos, del agridulce cantar de sus días, de las plañideras sombras de sus pesares...

¡Qué hermoso es éste momento!, mis manos se antojan, y todo funciona, tengo la mente despierta, el hambre se calmó con pastas blancas, adobadas con el amor de un campesino y la bondad de la tierra.

Es bonito mi amor, ¡eres hermoso!, fue bello tu paso por mi vida, ¡me alegro tanto que estés bien!, tu emoción es mía, tus progresos alegran mi corazón y bendigo la huella de tus labios en los míos.

Una enredadera en mi ventana, ¡qué bonita cuando florece!,  se anima a buscar el calor y las alturas,  enreda un colibrí entre sus flores, la miel exquisita, el rayo de luz que se funde entre mi puerta vieja, para iluminar mi estancia y bendecir mi vida.

Nunca terminaría, cortaré aquí para decir que bonitos somos todos, cada ser en el planeta es único, irrepetible, sin igual, con la fórmula del amor impresa en sus ojos y en su cuerpo, donde el dolor permanece para siempre, y marcha también con la muerte.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 30/13






BAJO UN ÁRBOL [7]

BAJO UN ÁRBOL [7]

Acabo de ver a una anciana bajo un árbol de flores blancas, dice que son jazmines, ella misma se llama gorda, pero desde aquí la veo tan dulce y hermosa, con esa edad de las señoras que lo han vivido todo, y se dan cuenta como yo, que todas las hojas del árbol han caído, y que sólo faltan algunos segundos para marchar.

A veces me entretengo en pensar en la vida y en la muerte, son muy amigas, ellas no se alejarían de la amistad por nada del mundo, a ellas dedico mi día, a la vida y la muerte, y  a señoras hermosas que sólo recogen flores, y más flores, para llevar a ese cielo que las espera con una sonrisa.

Admiro mucho a la generación anterior, a damas como mi madre, como Edita Martinuzzi, como Lía Angélica, como mis tías abuelas, y ahora la abuela soy yo, pero nunca como ellas, con esa entrega y dulzura siempre, que parecieran almas en vía de extinción.

Procuremos ser buenas personas, no pasemos por la vida haciendo el mal, finalmente desapareceremos de aquí en cualquier momento, si nos hacemos agradable la estadía, al igual que a los seres que nos acompañan, ¿no sería la vida más hermosa?

Doy un paso repetido, aquí la nostalgia me atormenta a ratos, soy de un signo conflictivo y melancólico, los cambios de luna me afectan mucho, soy cambiante, un día lloro, al siguiente parezco feliz, pero no quiero parecer nada, quiero ser feliz y para eso me levanto cada día, y le pido a Dios de rodillas que arranque de tajo ésta angustia permanente, éste atoro que no me deja ser, y me descalzo un rato, para que las malas energías se queden en la tierra, y las buenas abarquen el alma.

Un abrazo a todos, y es mejor así, que no haya respuestas, pues no hay mucho tiempo, todo queda aquí corriendo, como si la sombra parca estuviese detrás mío, pero no es así, simplemente está conmigo desde que hubo un acierto en el amor, para que hubiese un punto más en el universo, parecido a mí.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla 19 octubre/13



GOTAS DE ROCÍO [8]

GOTAS DE ROCÍO [8]

Cada grano, cada gota de rocío
son  vida copiada en sus perlas.
Tan divinas joyas, tan efímeras.

Regálame cielo tus diamantes,
que se pierdan en mi boca,
que nutran los pastizales,
y besen las rocas.

¡Qué milagro!
Tan solo una gota
es capaz de copiar el universo.
Puede llenar en su redondez el cielo,
ser mundo, ser océano...

Una gota tan solo
si la sed de la muerte,
si los labios resecos y ardientes
en una esponja,
en un copo de algodón
se desvanece.

Tan vital, divina gota de tus ojos
que a declamar un verso en una flor
se entretiene.

Tan bonita la vida para desperdiciarla.
Son perlas caídas del cielo tus lágrimas
para formar un rosario,
y bendecir la tierra.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, octubre 30/13

VIÉNDOTE L2R [9]

VIÉNDOTE L2R  [9]

Viéndote sin tus plumas de colores,
¡qué hermoso eres!
inmensa tu mirada,
ajena a la mía a veces.

Un alar son tus brazos…
Esperanza abonadora, tus manos
que se siembran en mi piel tersa
para dar ánimo,
y esbozar gemidos
y lamentos sin dolor.

¡Qué pecho tan fuerte el que guarda tu corazón!
Escucho sus campanas,
el sonar incansable como un tambor.
Apresas mi oído,
siento calma con mi rostro vencido
tomando de las pequeñas flores
a tu alrededor.

¡Qué tronco fuerte el de tu árbol!
Ahí ha quedado un poco de vida
Me has regalado la mies, que se cobijó en mi vientre
Has mecido la cuna de tus delicias, para ser niña y mujer
para llenar de copas de vino blanco mis pezones
donde alguna vez tus labios se deleitaron.

¡Qué veloz pasó todo!
Tan hermoso tu ombligo que te unió a la madre,
a esa dulce abuela de ojos verdes que te llevó de la mano
te hizo bendecir las montañas y amar el bosque…

Tan bonito todo lo tuyo, tan bien puesto, tan fuerte…
Un fruto lleno de semillas espera,
la fortaleza de tus piernas, el cantar de tus labios
en donde serás amante y padre sin saberlo
cuando el trigal brote esperanzas,
y el pan se bendiga sobre la mesa.

¡Qué bello es amarte a pesar de todo!
Los quebrantos serán olvidados,
para retozar los dos de nuevo
en esa acolchada cama  llena de cantares y sueños
mientras tu roble deja caer las hojas de tu otoño
para vestir de sonrisas las mías.

Cuando no quedó una sola hoja en el árbol, 
la sorpresa llenó mis ojos de llanto, 
pues los brotes anunciaron 
que reencarnarían, en niños nuevos.


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 30/13



PALABRITAS 301013 [10]

Publicado por Raquel en 11:27

PALABRITAS 301013 [10]

¿Qué criatura puede maltratar, 
a quienes le resuelven la vida?...

Qué mundo tan cruel les tocó vivir, 
¿en dónde están los políticos que no hacen nada?... 

En pleno siglo XXI, 
parecemos cavernícolas, 
destruyendo todo a nuestro paso...


Me dan pesar los animalitos, 
pero más tristeza y pena 
me dan los seres humanos, 
perversos y destructores de la belleza.

Hemos sido una pérdida para el planeta, 
¿o hemos sido un pecado para la tierra?...

Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, octubre 30/15


ASÍ, COMO YO [11]

ASÍ, COMO YO [11]

Así, ¡enérgica como yo!, es que hay que despertar, sin pereza, con ánimo, a robarle al día todos los segundos, a vivir cada instante a plenitud, sin tantos lamentos y lloriqueos.

Todo pasará, estoy haciendo el ejercicio de no quejarme por nada, igual nadie sufrirá por mí, si hay dolor físico, y psicológico menos, entonces afrontar cada segundo irrepetible en nuestras vidas, porque mañana, puede ser que regrese, o tal vez no, muchos no estaremos aquí ese día, ya que todos tenemos un día y una hora marcada.

El mundo continuará sin nosotros, igual o peor, eso depende de los que continúen, porque si la mentalidad de los hombres no cambia, éste planeta se rebelará contra todos y no quedará en pie nadie, para que lo siga destruyendo, él solito volverá, buscará reverdecer y se levantarán sus árboles, hasta donde ellos deseen,  los ríos reclamarán sus cauces para llegar al mismo mar  limpio y soberbio, tan lleno de magníficos azules,  el cielo se verá más claro, sin contaminación,  nos perderemos de los veranos y los inviernos, de los aguaceros y los rayos, de las primaveras, las aves, y de tanta maravilla que muchos no hemos podido ver, de las gigantes mariposas que ya no serán prisioneras en un icopor,  todo será inmensidad verde y azul, donde la paleta de mi  Pintor será magia y fantasía, por los siglos de los siglos... amén.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, 30 octubre/13

¿QUIÉN SOY YO? [12]

¿QUIÉN SOY YO?/A German [12]

Soy un poco de ti,
y otro tanto de algo que no sé...

Yo soy el que soy, lo advertí alguna vez.
No tengo tu vicio, más sí el de amar
A ratos el de llamar tu atención
con pequeñas  locuras y gritos...

Me duelen los ojos, la vida...
¿Pero cómo haré para que lo percibas?
Ya se fue quien tanto me amaba,
marcharon quienes me consentían.
Ahí, mi refugio de brazos abiertos
encontraban siempre un nido esperando,
sobre sus piernas.

¿Quién soy yo?
Lo mismo que tú, cuando me reclame la tierra.
El saber se va, el conocimiento se pierde,
en éste mundo loco lleno de ambiciones
pues las tantas fantasías los ausentan de la vida,
de hacer estaciones con los ojos, en las primaveras,
en cada detalle pintado de color en el cielo...

Parece que no soy nada...
Pero soy una violeta en tu estancia
una sonrisa que eleva el espíritu,
la mueca sonrisa de siempre,
el mutismo donde se encierra un diamante
que brillará cualquier día
en el mismo universo
en donde quedará el tuyo...

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 30/13

German Alonso, mi hermano ángel.

¿BAILAMOS? [13]

¿BAILAMOS? [13]

Una vez más, siento ganas de danzar;
escucho el saxofón, el músico quiere deleitarme,
quito mis sandalias, ¿está bien mi traje de seda rojo?
¿Combinan mis labios con los tuyos?
Ese mirar ardiente que descubro al cerrar los párpados,
tus manos, gaviotas enredadas en mis pechos

¿Quieres bailar conmigo?
O prefieres beber una copa de vino.
¿Sabías que me gusta el vino seco?
Sí, que tenga el color del ámbar,
con cristales nadando aguas frías
esperando un beso.

Dame una pequeña vuelta que estoy ebria,
me gustas mucho,
tus ojos azules recuerdo, ¿son los mismos?
¡Tus muslos qué fuertes son!,
tus brazos son mi escudo y fortaleza,
tu pecho, ahí anidaría un ave triste como yo,
para quedarme por siempre
en el abrigo de tu corazón.

Escucha
¿Es el mar lo que inunda mis ojos?
¡Qué locura imaginarte una vez más!
Es que si presiento que retorna soledad,
me impaciento, busco nueva música,
persigo  sueños fundados en tu boca,
para quedar prendida de tu lengua
y morderme en ti,

morir de a poco recordándote,
siendo infiel pensándote,
en tanto volteamos el rostro,
unimos las manos
y buscamos la estrella perdida
en nuestro cielo lejano

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 29/13

VAMOS A CAMINAR 2 [14]




VAMOS A CAMINAR 2 [14]

Vamos Mary Soco,  a caminar por ahí, a buscarle las curvas a la vida, en éste tan sentido viaje en donde estamos coladas, en una barca que parece no llevar rumbo fijo.

Dejemos que el viento nos susurre sus canciones, ¡hay tanto loco por ahí!, ¡tanto perturbado!, melodías que no concuerdan con las flores del camino, y todo lo malo se convierte en poesía, se declama a la púrpura sangre, en vez que a las rosas, y a la muerte en vez que a una naciente primavera.

Lucía la de faldita amarilla, la de encajes en las manos, que musita oraciones cada día, y que entre las pavesas que han quedado, recoge sueños y arma claveles con la boca.

Vamos a caminar... Será bonito ver la nieve en las montañas, veremos cómo de deshiela de a poco la vida entre los cerros, y una fuente cristalina se forma en la falda vieja de la más curtida de todas las cumbres, en donde el águila espera por nuestros sueños.

Dame la mano hermana... Vendrán nuevos días, seguras carcajadas con cada sonar de ramas, con cada aleteo de palomas que se besan y se buscan entre los pastizales, mientras vamos por ahí, recogiendo flores para el viaje, buscando hormigas culonas entre la tierra enrojecida de calores, y cantando viejos sones con almohadas de plumas lanzadas al viento, que parecen perseguir nuestros ideales, como garzas con sus almas rotas, y sus corazones soñadores.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 29/13