sábado, 21 de septiembre de 2013

RIMANDO ENTRE ROSAS [48]


RIMANDO ENTRE ROSAS [48]

Un instante dormida
sobre un lecho de rosas,
siento pasión por la vida
y olvido viejas cosas.

Garzas blancas veo pasar
y entre todas, un águila,
ojos negros, dulce mirar,
por tu boca la mía suspira,
pero la mía no te dice nada.

Puede el amor llegar
entre pálidas nubes,
agitarse en el cantar
de pájaros azules.

Y vuelo un instante,
persigo un sueño,
no quiero despertar
ante mundo tan pequeño.

Es un rayo de luz
que ha llegado por mí,
volaré mañana sin pensar
mi amada flor de alhelí.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, septiembre 21/13



AL VIENTO [49]

AL VIENTO [49]

A ese invisible Dios que me hace suspirar:
¿Estás ahí?, ¿eres quien cada segundo me regala el sonido del aroma?
¿Tienen sonidos los perfumes?, escúchalos cuando pasas por un jardín,
entretiene tus ojos ante el brillo de una luciérnaga,
¿y acaso no ves que estás aquí?

Un pequeño corazón se ha enredado contigo,
es el mío que palpita por salir…
La ilusión de noches estrelladas pegada de tu mano,
una caminata al fin por entre el bosque
serenando nuestros sueños al cantar de tu voz,
y sonriendo entre labios, al paso invisible del Señor.

Vuela por mi lado una hoja, ¿es dorado su color?
Lluvia que empapa mis ojos... ¿traes un verso de amor?
Dije: ¡no más!… correré hacia tus brazos,
navegaré cerca del lago de tus ojos
para quedarme complacida ante un amanecer
sin sentir rechazo nunca más.

Búscame viento amigo…
Has escuchado mi voz y te persigo,
adormecida estaba en medio de tanta espina,
aturdida entre tanto dolor y ruido,
más enviaste a un colibrí sobre mi reseco lago,
se ha inundado mi vida de complacencia.

¡Ven amada brisa, fresco viento!
¡Regálame un traje de amor, para no estar triste!

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, septiembre 21/13 




¿A QUIÉN ESPERO? [50]

 ¿A QUIÉN ESPERO? [50]

Regresa la noche después de un largo día,
me empeño una vez más sobre mi lago
para guardar mi rostro y no llorar;
en tanto espero tu mirada,
siendo colibrí sobre un rosal.

Te espero como el desierto lágrimas del cielo
y la tarde el brillo de un lucero
si el sol se empeña en desaparecer
y la luna en trasnochar.

Vi a la dama más dorada que otros tiempos,
casi que parecía un sol en medio de la mar,
coqueta señora de todas las edades,
y como ella espero,
un rayo de tus ojos para amar.

Aguardo como ave herida en el camino,
una mano tal vez nadie dará,
la sutil esperanza en ser tu anhelo,
pensando en ti, me encontrará.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, septiembre 20/13




GERMAN [51]

GERMAN [51]

Me trae tu silencio, tu mueca sonrisa,
una lanza atraviesa mi corazón,
lluvia tempranera, hermano mío,
un ángel que nos envió Dios.

Paso por aquí,
aunque nunca me veas ni  escuches,
a pesar de que nunca te enteres
tienes una página para ti
y te digo que eres esa alegría permanente
la fuerza del sol sobre tu lago de rubí.

Y me quedo en la flor siempre abierta de tu vida,
mi pequeño hermano colibrí, enamorado de todas,
tantos desdenes y burlas en tu camino...

Pero tu sonrisa no guarda odios
y tus ojos ningún rencor,
pues tu mente se llama olvido
y amor tu corazón.

Te dejo un abrazo entre las flores,
una coca cola te visitará,
una chocolatina será tu contento,
pues no apetecerás entre todos los tesoros,
algo más.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, septiembre 21/13

LUZ EN EL VIENTO [52]

LUZ EN EL VIENTO [52]

Has dibujado esa sonrisa que faltaba,
mi corazón se ha vuelto como el de una niña,
mis pómulos muestran lo que hay dentro de mí
y salto, soy gacela libre en búsqueda de amor.

Has llegado entre la luz del viento,
nunca lo creí, que ésta edad, en mi último otoño,
pudiese haber algo para mí.

Mi amor, mis azules ojos,
estoy enamorada de ti,
tan frágil soy, como una flor de loto,
tan en mi charco oscuro,
 esperando por salir.

Y al despertar el brillo de mis ojos
un rayo invisible me visita, al dar tan solo un clic,
y te marchas, mi  sol en el ocaso
deseando ser luna en tu anochecer.
Eres mi constructor de sueños
en esa chimenea encendida, en un largo invierno,
en esa desnudez del alma para ti,
en éste sendero que me ha estrellado contigo
para ser feliz.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, septiembre 21/13