sábado, 20 de julio de 2013

¡BÉSAME! [74]

¡BÉSAME! [74]
                  
¿Qué tienen tus labios que me incitan?
Parecen ciruelos maduros con pequitas,
dulce breva bañada en almíbar,
miel de angelita tu lengua,
dulce de durazno en mi boca.

¡Bésame!... he cerrado los ojos…
Tengo un exquisito temblor en mis piernas.
Pruebo una crema tres natas
y una corriente ligera me acecha.

Quiero embriagarme en tus labios.
¡Qué delicia es el vino añejo!
Me gusta el seco, con cristales de hielo,
y la comisura de tus labios morenos.

Una mañana tranquila...
Todos me atienden, me abrazan.

He recibido un ramo de rosas.
Una crema exquisita pruebo,
pero me falta morder de tus labios
tan rico y sabroso masmelo.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, julio 20/13  


DESCUBRE [75]


DESCUBRE [75]

Te invito a que descubras mi alma,
está bordada en trazos de colores,
entretejida en versos de luna
con sabor a estrella marina.

Detalla en mis ojos tus espinas.
Dagas mortales que me hirieron.
Tu desamor abrió viejas cicatrices
y ahora ando como una nube,
envuelta en vahos de heladas nieves.

No soy tan perversa ni mala,
no tengo hiel ni veneno.
Cultivo nardos en mis manos
que vuelven tibias mis cadenas.

Revienta del amanecer el sol
y entre su dorada sábana duermo.

Palpita mi lecho de amor
y en él, también te pienso.
No soy de este mundo
pertenezco a las sombras.
Vago cual sonido blanco,
enmudecido sobre una tumba.

Es que la vida es cantar,
brisa suave que nos abraza,
aliento liviano que nos anima,
hálito que llevamos por dentro.

Descubre en mí a una oruga
que mañana será mariposa.

Mi cárcel soy yo, y no me libero,
me liberan tus negros ojos
y sentirme presa en tu cuerpo.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, julio 20/13  

AMOR MÍO [76]

AMOR MÍO [76]

Es temprano, aún y tengo mucho frío.
Han calado hasta mis huesos tus ausencias,
y en éste retazo de vida que me queda
espero de tu amor clemencia.

Arropada de hojas desteñidas
éste claro otoño se convirtió en verano.
¡Ven  a tomarme de las manos
para atravesar el final sendero!

Y entre bellas flores de azucena
tal vez una clavellina se te enrede,
pueda ser una flor del campo olvidada
o una oración que del aire viene.

Pero el tiempo implacable no exonera,
ni se olvidan los desaires día a día.

¿Puede el perdón más que la melancolía?
¿Logrará una buena obra renovar el huerto?

Espero ansiosa de tu abono
que será brote en primavera.

¡Mira como danzan los  renacuajos
sobre frescos lotos,
que mueren en la rivera!...

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, julio 20/13 

YO TAMBIÉN [77]


YO TAMBIÉN [77]

Yo también sobre caminos de piedra
buscando moras de castilla y nidos de paloma,
trepé los árboles más enormes
y bajé corriendo por la loma.

También tuve un perro, siendo niña,
se llamaba Káiser, era el bebé de todos,
mi compañero en el salón de clases
amigo fiel al llegar a la quebrada
y amigo fiel al subir la cuesta.

Descubrí flores tan lindas
que semejaban mariposas,
y aves que parecían rosas.

Entre  rocas, un cascabel o una orquídea,
un nido de búho bajo un árbol seco
con camufle de  roca.

Yo también corrí en bicicleta con mi padre,
llegué al colegio La Industrial con una sonrisa,
lo dejé pasar siempre adelante,
le permití gritar y cantar bellas tonadas
y soltar  cometas con dulces carcajadas.

Yo también encendí cigarros…/era su vicio.
Lo vi palidecer al poco tiempo.

Tomada de su mano,
un comején me lo robó,
con su último suspiro al viento.

También tuve muchos amigos,
algunos se quedaron en el camino;
otros, pronto me olvidaron e ignoraron,
pero así lo marcaba el destino.

Tuve un amor imposible.
Soñé con los ojos cerrados…
Volé como un águila hacia sus brazos
y sentí morir como un condenado.

Y  lloré por las ausencias,
por los viajes imprevistos sin maleta.
Caminé desiertos, descalza y triste,
y luego, parecía una marioneta.

Yo también amor, por no perderte,
entrelacé tu corazón a un árbol
y lo vi caer con muchas hojas escritas
que marcharon, sin ser vistas por nadie.

Sembré luceros en el cielo…
Se quedaron viendo mis perlas pálidas,
se colgaron de mi corazón y se plantaron
para verlas copiadas en un lago.

Y también quise decirte adiós y no he podido.
Tal vez mañana, otro día... otro segundo;
si estoy en otro camino, en otro jardín,
machacando flores de jazmín
y corriendo tras la mariposa azul
que dejó mi corazón hecho pedazos
y de su huella en el cielo, ¡ni un trazo!

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, julio 20/13 

20 DE JULIO, INDEPENDENCIA DE COLOMBIA (78)


20 DE JULIO, INDEPENDENCIA DE COLOMBIA (78)



Hoy celebramos la Independencia de Colombia, es una manera de recordar que nunca hemos sido independientes, estamos igual que ayer, pero seguimos soñando con una patria libre y soberana, donde la paz, sea la bandera blanca tan añorada, y la justicia sea el asta que la sostenga.


Mis cariños para todos en el día del amigo, mañana nos veremos, hoy es un día de muchas prisas y carreras y toca disfrutarlo, no me doy el lujo de ignorar las invitaciones, no se si sean las últimas, pero las disfrutaré como las primeras.

Detallen hoy una mariposa, un gorrión, una hoja caer de un árbol, cada grano de arena está aquí para que lo veamos, detallemos los ojos de los pasajeros que nos acompañan en éste tren de la vida, y olvidemos los rencores, estoy en esa tarea, y me siento muy liviana.

Bendiciones y cariños para todo el grupo en éste día tan especial. 



Raquel

20 7 13

EVOCO [79]


EVOCO [79]

Y evoco de tus manos mi alegría,
de tu piel mi sedienta fantasía.

Vino rojo tu lengua viva en mí
sed de tus ojos
hambrientos de los míos.

Se fueron los días aquellos
donde la flor se desnudaba,
y en ese vientre tuyo pleno de ricuras
moría una rosa deshojada.

Evoco también la melodía
del vaivén de tu cintura en la mía.

¿Qué ricura puede haber más exquisita?
¿Qué playa? ¿Qué nicho oscuro?

Me deslumbra ese ayer...
Un roble desnudo recuerdo
tan joven y arrogante,

que se viste mi rostro de púrpuras
tan solo al evocarle.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, julio 20/13   


MI OTOÑO [80]


MI  OTOÑO [80]

Sobre un lecho de ramas secas
te espero, amor liviano y altanero.

Te veo correr por la rivera
detrás de las faldas de cualquiera.

Te olvidaste de lo simple de la vida,
de caminar descalzos bajo la lluvia.

Un colchón de hojas
que ayer fue primavera,
descansan plácidas
bajo su dulce higuera.

En éste otoño, /presintiéndolo final
mi árbol deshojado dejará una huella,
una sombra parecida a ti por el camino,
que tu mano tomará...

Recordarás viejos tiempos,
ahí la prisa se adueñó de los ideales;
quedó mi barca anclada en una silla
que ahora brota letras y ansiedades.

¡No hay tristeza ahora!...
El dolor se olvida de a poco
cuando la pus del mundo no corrompa
y la sangre que brotaba,
torne en blancas mariposas
que vendrán a llorar bajo tus sábanas.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, julio 20/13   



¿VES A ESE VIEJO? [81]

¿VES A ESE VIEJO? [81]

Ese viejo que se arrastra,
que tiene las manos curtidas y sucias,
las uñas esconden su propia miseria
y sus pies parecen pezuñas...

Ese viejo de mirada nostálgica
que en vez de ojos, oscuras gafas;
tiene bajo ese alero de cristal
roto el corazón, ¡dolida el alma!...

Lo vi caminar tan lento…,
parecía una gaviota herida en el camino
donde el caliente sol secaba su traje
para robar sus pálidos inviernos.

A él le robaron todas las letras del diccionario.
Enmudeció, y de vez en cuando gritaba:
¡Tengo hambre!... ¡tengo sed!...

Dame un poco de tus harapos viejos
para cubrir mi desnuda piel
y tranquilizar el frío que tiembla en mí.

Ayer  no caminaba...
Bajo un árbol lo encontré esta vez.

Sus gafas ya nada ocultaban
cuando un brillo extraño
en sus ojos divisé...

Es que ya no tenía prisas...
Sentado, abrazado a sus huesos,
abrigado con la sombra del ardiente sol;
se fue, ¡sin darle siquiera un beso!

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, julio 20/13