Viernes,
25 de enero de 2013
A
ELLOS [20]
Se
me ha permitido un poema
y
creo que es para ellos;
mientras
escucho a Cortázar
“Forget
me not” que será: ¡nunca!
Nunca
olvidaré el sol de mi madre
pronunciado
tantas veces
viendo
hacia la nada,
y
con mi alma en un vuelco final
sin
saber qué oración pronunciar,
ni
cómo aliviar,
o
dar fuerzas para que se elevara.
Finalmente…
¿qué ha quedado?
Volteo
la vista atrás con infinita tristeza,
descubro
a mi anciana madre no tan vieja
aún
con deseos de vivir,
de
levantarse antes del canto del gallo
y
anunciar con una melodía, que Dios estaba vivo.
Si…
¡Él vive!
Lo
dijeron sus ojos cuando me quedé dormida.
Un
grito ante mi cansancio
advirtió
que la mariposa de colores no estaba;
su
mágico capullo fue abierto, y retoza sobre algún lirio,
en
un jardín tan bello,
como
su efímero paso por mi vida.
Gracias
por permitir un poema…
No
encontré a más nadie,
y
como luciérnaga de colores
los
ojos de mi niño advierten
que
la vida pasa,
el
sueño más bello y efímero
donde
creemos existir
siendo
a ratos tan malvados
y
morimos, puede ser,
para
convertirnos en algo;
en
polvo cósmico de cualquier planeta olvidado
donde
lo que creímos ser,
nunca
fue.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
enero 25/13