jueves, 27 de diciembre de 2012

UN POTRO CORRELÓN (12)

UN POTRO CORRELÓN  L1R (12)


Este potro salvaje tiene algo... 
Se apresura en correr hacia otros brazos
No voltea a ver hacia los cerros 
Y ni se imagina que persigo sus pasos.



Éste potrillo tiene rojas crines


Revuelto el cabello, soberbia estampa.
Relincha si el morichal despierta
Y brinca si el río violento pasa.

Éste alazán se pasea 
Por la falda de mis montañas
Lo busco y él se aleja si un verso suyo deseo
si anhelo un vendaval de relinchos sobre mi cuello.

¡Espera!... 
No corras mi potrillo que es a ti a quien busco.
¿No te has dado cuenta aún?
La sombra de mis poemas te persigue
En tanto sacudes las crines y te espantas.

Ha quedado la polvareda que oculta mi traje negro
 Me vestiré de rosa escondida bajo tus ancas.
Una invitación de amor ha lanzado cupido,
Tómala o moriré pronto de frío.

Ha llegado, sus pasos presiento y el falso está abierto.
No hay cercas que lo atajen y el río está en calma.

Mi corazón parece el de una gacela asustada
Y al ver sus ojos descubro que el cielo no está arriba
Sino en lo profundo de su alma.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 27/12/12

UNA FLOR (13)

Es una gran flor en medio de tanto bosque, 
resalta su color violeta, 
parece que no tiene aroma, 
el aroma se fue a jugar cumbia 
y a bailar merecumbé. 

¡Qué piedra que eliminen las imágenes!


UNA FLOR


¿Quién hablará de ella?
Nació en cualquier parte
Elegante, enorme para que la vieran…
Fuerte tronco para aguantar su traje
Duras hojas, ásperas, protectoras
Evitando que un ladrón la manoseara.

A nadie importa una flor
Más cuando en su humilde estancia
Sólo habitantes silenciosos
Cañaduzales muertos
Adornan una tumba
Que se agita en el desierto.

Su rojo color inspira vida…
En sus silencios pareciera hablar
Un perfume un tanto extraño incita a los colibríes
Que la acarician, la cultivan para mañana
Ya que suele ser mágica si la consienten
Y perdura en el tiempo aunque pareciera ausente.

No morirá de frío ni de sed.
Dentro del rancho habita un poeta,
Con sus lágrimas la cuida
Con sus ojos la besa.

Y mañana, al pasar una vez más
Lo veré tomado de mi mano
Acariciando la flor olvidada
Y cerrando los ojos para ver en el cielo
Una promesa cumplida
Declamada en otros labios
Donde la bella seguiría sumisa
Formando parte de un jardín de sueños vanos
Donde  el poeta la seguiría cuidando.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 27/12

MI CANARIO DE ORO (14)

MI CANARIO DE ORO L4R (14)


Un canario conoce mi voz
De lejos, ausente, perdida…
Sobre cualquier rama del camino
Musitando un verso 
O sacando un espino.

Prisionero estuvo cerca de mi corazón,
Su trinar era un motivo de alegría
Si en las noches o en las mañanas
Su voz me hablaba de libertad
O musitaba un te quiero en sus melodías.

Recuerdo su plumaje de oro
Derretido en fascinantes plumas brillantes.
Su elegante y bello cuerpo sin volar
Anunció una mañana que por mi lo haría.

Ya era tarde, quise sanar sus heridas;
La gata ociosa acabó con su vida
Y en mis manos, mi pequeño compañero
De tantos años, tantos días…,

Conocedor de mis alegrías,
Aliento en mis tristezas…
¡Voló!, mi niño voló tan lejos,
Que no pude ver sus ojos tristes
Ni dar siquiera un beso 
En su despedida.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 27/12/12

VOCES DEL JARDÍN (15)

VOCES DEL JARDÍN (15)


Habla un piano y su voz escucho
Es el alma de un navegante sin rumbo;
A mi oído llega un dragón de fuego
Se nutre con mi vida y me regala un consuelo.

El llanto se olvida ante su voz,
Cuando sus manos son alas de paloma
Impulsadas con la suavidad de un riachuelo
Componiendo versos de luz que se pierden en la tarde
Llegando a un lejano mar de murmullos viajeros. 


                                                      Mi amante lucero de la noche
Eres el jardín secreto en mis desvelos

Incitando a un cofre donde anida el alma
A dormir en lecho reposado y calmo.

Se enamora el ave del azul cielo
Y ante un canto extraño que le incita
Vuela sin saber la razón.

En su pico una pequeña rama
Un tejido de versos, un “te quiero”.

El alma del poeta se vuelve un verso
Que transita por mis Lares.

Nube pequeña donde está mi vida:
No te alejes, que pronto llegará
Un ruiseñor que aliviará mis males.

Y al abrir la cárcel la triste mariposa,
Un amor a su salida encuentra.
Es el sol de mágicos rayos…

Un ramo enciende las cenizas
Donde el amor parecía un muerto paisaje
Y la luz, oscuridad en primavera.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 27/12


                                    

CON LAS GAVIOTAS (16)

CON LAS GAVIOTAS L4R (16)


Busco en el mar un motivo
Sus blancas alas me invitan;
La delicia de su cantar,
El paso del viento furioso


Anhelante de besos y caricias.

Camino por ahí, como un loco…
Soy navegante sin puerto fijo,
Dejo las migajas de mis cariños,
Y ellas, las dulces aves del camino
Me regalan un canto sobre las olas.

Una sombra ellas adivinan
Camino a casa, bajo las ramas teñidas de mágicos colores
La vida, el calor, la tibieza de unas manos,
El café caliente que absorbe mis tristezas
Y una vez más, dejo una huella para que me vean.

A lo lejos ya cansadas mis manos,
El morral vacío con todas mis penas se lo entrego al mar
Busco en la apertura de sus alas un descanso y continúo,

Mientras las doncellas de blanco traje
Viran hacia su norte 
Y se desvanecen sin mirar atrás.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 27/12