miércoles, 14 de noviembre de 2012

TAMBORILERO () ()

TAMBORILERO…

Despacio, sin destino fijo 
Mecido en las nubes que se desplazan
Va mi tamborilero con su rostro feliz.

Su tambor anuncia lágrimas de sol
Y la campiña se llena de niños llorones
Que piden a un Dios cercano besos amanecidos
Manos tibias y pequeños muñecos de trapo.

Es tan poco lo que piden: -dice mi niño tamborilero-
Que adornaré el cielo de muñecos voladores
Danzarán mis niñas de colores ante sus ojos
Y ellos correrán felices queriéndolas alcanzar.

Complacidos los chicos corretean
Y mi bebè con los ojos cerrados golpea la piel
Cada herida  es un llamado a ese lejano amor
Pero la lluvia repetida de sus ojos
Regando mi danzante primavera me conmueve.

¡Tamborilero!... ¡Tamborilero!...
Regálame para navidad una sonrisa y envíala con el viento
Quita éste dolor que me oprime y no me deja seguir
Dejaré abierta mi puerta grande para que puedas entrar
Y el sonido de tu corazón como un pequeño tambor
Sea un motivo que me inspire a componer una canción
Y a cantar al son de las aves que corren como si volaran
En un mundo tan alejado de ti.

Descubriré la estrella gigante de Belén
Y serán de nieve mis pies al cerrar los ojos una vez más
Para encontrar la promesa de un mañana afortunado
Donde la tibieza ocupe su sitio en mi huerto,
Y puedas recorrer el mundo cumpliendo el sueño
De un día donde el dolor será tiempo perdido
Y la felicidad sea el motivo válido para existir.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 13/12

MIS VIOLETAS


Fotografìa familiar con mi madre, carnavales/12

MIS VIOLETAS L4R

Desvestido, imponente y desnudo
El roble dejó caer sus flores
Se tiñó el camino de violetas mi color preferido
Donde dancé al compás de lúgubres sonidos

Ante el resplandor del sol.

Cercada estaba mi esperanza
Pero detallé caer una a una
Al divisar cómo ante mis ojos se pagaba la maldad
Los cerré un momento para tranquilizarme,
Me contuve y evité una oración
Pues Dios me consoló,
Cuando entre sus claras aguas se copió una imagen
Y todo el paisaje penetró en él
Como si un pintor mágico me dijera:
“No te impacientes por ese mañana que tal vez no te espere”
Disfruta tu hoy adormecida bajo el sauce llorón
Que dejará sus gotas de rocío sobre tu rostro
Señalando que te beso cada segundo.

Sólo espero que te des cuenta –dijo sonriente-
Y el paso de la brisa me dejó el aroma de su voz
Que la vida es sólo una fantasía de colores
Y el sendero es tan extenso,
Que no bastarán todas las flores que te dejo
Para expresar “cuánto te amo” –ve a recogerlas me advirtió-
Serás vestida de guirnaldas que te adornarán
Y un colibrí sediento llegará a probar tu miel,
Será tan pronto, que mi existencia comprobarás
Cuando suenen las campanas por ti.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 13/12

AMOR


Anderson y Carolina Cepeda. Mi monito, Q.E.P.D.


AMOR

Amor... ¿quièn puede olvidar esa mirada tuya?
¿Quièn tus carcajadas y tu desparpajo para vivir?
¿Quièn tus angustias por querer cumplir con todo a la vez?
¿Quièn puede olvidar tus primeros pasos y los ùltimos?

Tan duro es verte como recordarte...
Tan triste es saber que seguimos aquì sin tu presencia
Pero la esperanza de un reencuentro nos anima
Cuando tu trinar parece volar sobre mi àrbol
y tu voz gemir con las palmeras.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, nov. 13/12

A UN SUEÑO



A UN SUEÑO

Un sueño aparece en el horizonte
Tal vez me hayan despojado de muchas cosas
Hasta las sonrisas de hoy parecen fingidas
Y un canto fúnebre son mis carcajadas.


Observo que se robó a un sauce su traje verde
Y sobre una fronda donde ayer hubo vida
Los viejos robles extendieron sus brazos
Abrigando y regalando un lecho tibio a los pasajeros del día…

Hoy sólo quedó su esqueleto navegando con las nubes
Parece que lo que es no fuera…
Y entre las rosas matizadas que se dibujan en el cielo
Navegan los que ayer nunca envejecían
Y sus ramas se renovaban con el paso del invierno.

Marcharon mis sonrisas y me atengo a lo que dejó el viento
Pero a pesar de todo lo malo del ayer
Los sueños nos prestan su lira para reír una vez más
Y bajo sus enormes ramas me doy un descanso
Para suspirar bajos sus brazos y seguir
Viendo los luceros llorar con la luna
Y amaneciendo con los rayos de sol
Que siempre me regalarán una fantasía nueva
Aunque de mí sólo exista una sombra.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 13/12

LA MARIPOSA

Colecciòn mariposas, Raquel Rueda B.



LA MARIPOSA


De nuevo la reina extendió sus alas
Su cárcel la sostuvo cada segundo
Y cuando abrió sus pequeños ojos
Todas las flores le fueron donadas

Para que feliz viviera su único día.


Quisiera como ella volar…
Advierto que es posible
Y sobre un inmenso cerro abro mis brazos
Planeo liviana sobre las olas
Y desaparezco entre la cumbre de sus azules ojos.

Ya no hay espera y tomaré la miel que se ofrece
Un desperdicio se divisa y sin descanso continúo
Un roble ha muerto por mi culpa
La procesión prosigue tras la vida
Donde estar yerto parece ser el único motivo
Con una cárcel que servirá de abono sin utilizar
Y un capullo que se abre para una eternidad.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 13/12


MARIPOSAS


Colecciòn fotografìas Raquel Rueda B.

MARIPOSAS 

Eres tan bella y admirada
Puedes ser el alma de una madre sobre las rosas
El niño que marchó sin atetar
El anciano que cumplió su ciclo

O el polluelo que acaba de nacer.

Eres esa joya con alas que me extasía
Respetable oruga del camino
Tan llena de verdores de la vida
Para convertirte en prisión con tu celda fabricada,
Y resucitar como el bebé no nacido
Desde el vientre de la montaña.

Frágil y dulce niña voladora
Eres la joya de la naturaleza tan feliz… tan radiante
Donde tu quebradiza existencia nos señala
Que hemos de vivir un sólo día
Tan felices como tú… adornando los jardines
Y suspirando de amor para morir en un segundo,
Siendo arrastrado tu destino sobre la corriente pasajera
De un caudaloso río, que te lleva sobre su pecho,
Para esconderte entre las flores que te esperan en el mar
Y transformarte después en un colorido pez
Adornando los corales con tu eterna primavera.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 13/12

¿DE QUÉ HABLO?

¿DE QUÉ HABLO?

Me visto de sinsonte, de rosas, de azucenas…
Hablo que soy un colibrí en tu ventana
Agito las palabras con el viento y las repito una y otra vez
Busco el corazón a las violetas y descubro que las siempre vivas tienen muchos

Y entonces, conmovida ante la belleza te busco…

Hoy advertí que no sólo los girasoles voltean al sol
Luciérnagas se aman en la oscuridad dejando una estela de luz
Buscamos en el edén perdido nuestra huella
Y observamos que se borran con el paso del tiempo.

De tanto pensar en ti me he vuelto necia…
De no querer olvidar retorno al pasado
Y creo verte en los anocheceres bajo rojas sábanas
Detallo muchos labios sobre tu piel más no encuentro los míos
Y pido a ese destino me acerque a ti una vez más
Pues no soy nadie si no estás conmigo.

No sé de qué hablar si todo me conduce al mismo camino
No encuentro un sendero diferente y me dirijo hacia el tuyo
Pero a lo lejos, encuentro que un águila veloz me acecha
Y cuando creo que arriba hacia mi frondoso árbol
Un agudo sonido la incita y de nuevo te alejas.

Hoy me coloqué un vestido a colores
Donde habitan todos los violetas
Subí un poco el ruedo para que veas mis piernas
El cigarro lo olvidé hace mucho tiempo
Y guardo entre mis recuerdos algunos detalles
Que cuando los abrazo, mi corazón, se enloquece
Como las olas cuando de improviso llega un huracán.

De nuevo, una vez más busco otras palabras
Pero me atengo al mismo son una y otra vez
Y en todas estás, sin llegar ese olvido,
Presente como mi tiempo de ahora
Con ese ayer que no quiere convertirse en pasado
Y un presente que me desespera.

Otra vez llené mi jarrón de lindas flores
Y me entretengo pensando en ti
Es el vino añejo que me nutre
Y me anima a levantarme cada día
Creyendo que te veré junto a mí

¿De qué hablo?... ya no me queda nada
Y en mi sillón con fragancias a sierra nevada
Doblo mis brazos y escucho una melodía
Danzo por cada segundo cuando no estoy triste
Vuelo… como el águila que se quedó en tu espera
Para rebotar mi voz con la tuya en el viejo campanario
Que no para de sonar cuando te sueña.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 13/12

MI REINA

MI REINA

Descubro tu aura en la poesía
En la música de Cortázar
En la espuma viajera del mar
Un delfín que se levanta sobre las olas

Y feliz desaparece como si volara
Con su cántico agudo que toma el océano.

¿Qué será de mí de ahora en adelante?
Gigantes nubes desaparecen y las nuevas se tornan grises
Con un frío que parece quebrar mi pequeño alar
Donde una y otra vez el nido vacío encuentro
Y tu voz me arrulla con la brisa al pasar.

¿En dónde estás?...
Cuántas veces tu mirada perdida en el cielo azul
Donde tus oraciones declamabas con ardor
Buscando en el atardecer la voz de tu sinsonte
Que aprisa en tu retorno a casa, te sorprendió.

Descalza voy por el camino a mi hogar… el tuyo…
Como sonámbula busco tu mirada y no la encuentro
Navego en letras que nadie leerá pues eran para ti
Y quedó mi alacena llena de pesares y vacío el corazón.

Agito mis alas en una inmensa laguna
Te busco una y otra vez y no te encuentro
Aprisa por ese camino desierto te persigo
Cuando las olas arrogantes me distraen
Y observo un alcatraz como una flecha disparada
Brotando del fondo con un pez herido.

El acantilado está aquí… y yo con él
Ya sabrás todas las verdades de mi vida
Comprenderás que mucho atormenté con mis quejumbres
Quedando ese sonar como una flauta llorona,
Y mis ojos perdidos en esa inmensidad que hoy habitas
Cuando en un segundo, aleteas mi mariposa blanca ante mis ojos
Para mostrar con tus alas, lo frágil de la vida
Y lo efímero de los sueños.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 13/12

MI ABUELA "EDUARDA"

Mi abuela materna Eduarda y yo...


MI ABUELA EDUARDA

Mi poeta pequeña como una codorniz
Tierna labradora que entre su pobreza cultivaba sueños
Mendiga de amor cuando entre los desechos de un río

A la fuerza, mutilado y lanzado como alimento de nadie
Su amante esposo, de nocturnales poesías tomada de áspera mano,
Con sus tejidos bordó pañuelos de colores en su vientre
Y se endulzó con sus labios con sabor a limonares.

Claro que la vi… conocí su historia a través de los labios de mi madre
Se quedó sobre un cerro con sus niños videntes
Que decían que papá no llegaría, pues los buitres lo devoraban vivo,
Y estos seres de negros pensamientos no tenían alas
Pero sus dagas blandían con la invitación de la muerte
Nutriendo de maldad los pastizales. 

Ella envejeció, en una pequeña casa donde caían las urapas
Con las frutas y flores tan bellas de su enredadera...
Curó enfermos con la sabiduría de los profetas...
Fue partera de casos que daban por perdidos
Y con sus dedos de cortas uñas, sacó de los vientres los niños olvidados
Dejando una sonrisa al viento al escuchar sus llantos
Como lluvia de soles de colores, que entibiarían su vida. 

Tenía una pequeña “Caricatica”, su gallina
Y un cerdo miniatura que hacía de perro
Alertándola de cualquier peligro en su puerta
Y acompañándola muchos días y noches de soledad
Donde las estrellas musitaban elegías 
Que la luna acompañaba con quejas de luz, 

Sobre su ventana abierta. 

A tientas por la vida pasó mi vieja
Conoció de miserias y de heridas como nadie
Celdas oscuras se robaron sus amores
Cuando el infortunio tocó a su puerta cualquier día
Dejando un cerrojo de dolor 

Que apocaría el color de sus violetas ojos.

Se olvidó el cántaro de agua desde lejanos pozos
El camino viejo donde anduvo tantos días
Quedó a la vera de ese destino suyo tan incierto,
Con las niñas de su vientre que lloraban sus propias penas,
Cuando ella solitaria... desgranaba perlas de rosarios
Musitando aún dormida una oración,
Y despertando con el alba con una media sonrisa.

Ya pasó todo… su historia quedó en el olvido
Sólo su figura pequeña y robusta de cálidos abrazos
Y un pecho lleno de dulces, que robábamos con alegría,
Cuando a casa llegaba mamà Eduarda a dar los buenos días
Para marchar al rato a tientas, con sus pequeñas alpargatas
Rosario en mano, paso a paso… 
Hasta levantar airosa la mirada, cuando al fin musitando su mejor poema 
-Recuerdo la frescura del momento-
El cumpleaños de mi vieja un 12 de febrero,
Se quedó dormida para siempre, 

Observando la imagen de María
Y los ojos de su cubita sobre su adorado rostro.
Un suspiro leve la sorprendió como un pequeño pichón
Que después de una asonada, 
Levanta vuelo y desaparece en el horizonte. 


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 13/12