martes, 7 de febrero de 2012

EL COLMENAR

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EL  COLMENAR

Le apuesto a la vida…
A  la miel, a los árboles que la guardan como tesoros
Al  zumbido de la abeja que poliniza
Que sólo entrega…

Le doy  a que siempre irán por la vida felices
Apostaré a que sin importar su esfuerzo
Siempre buscarán ese norte que las anima…
Posadas alegres sobre las margaritas del camino
Y allí… con su apresurado vaivén
Sus tiernas alas no las  quebrará el huracán violento
Y seguirán raudas su vuelo en búsqueda de otra alameda.

Le voy a que siempre buscarán su norte…
Esa guía llamada reina por quien entregan su vida
Esa maravillosa madre que las donó a la vida sin pedir nada,
Sólo brillar, sólo zumbar y nutrir  inundando de flores el campo
Sin más descanso que llegar allí, sencillas y tiernas
A cobijar, alimentando zánganos que vivirán de ellas…

Apostaré que llenan de néctares a esa madre buena
Que únicamente nació para dar vida…
Que batirán sus alas para refrescarla
Que zumbarán siempre a su oído  diciendo: ¡te amo! …¡te amo!

Apostaré  a que se levantan antes del alba
Que se besarán entre ellas indicando un sendero
Que hablarán con amor de hermanas…
Pues son ellas, las diosas del colmenar
Las hembras bellas que nacieron para amar
Para entregar siempre vida a éste huerto llamado planeta.

Y el último número se lo daré a los zánganos
Diré que siempre se nutrirán de ellas…
Pero también, servirán para donar esa semilla guardada
Y que con el ardiente sol en su último intento…
También entregarán su vida para perpetuarlas
En un aliento que les fue dado por la naturaleza
Y en un ejemplo de vida para copiarles.

¡Creo que me gané el mayor…!
Aquí está sobre mi mesa
Ese almíbar dorado que humedece mis labios
Y que se perderá en un instante…
Entre la humedad de mi lengua
Y esa boca tuya con la que sueño.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero 7/12





EL RELOJ DEL TIEMPO...



EL  RELOJ DEL TIEMPO

Como mariposa que pronto marchará…
Quiero tomar tu divina esencia,
Como colibrí que busca esa perla escondida
Penetrando como esmeralda al viento
Como abanico que nunca detiene sus alas…

Así te quiero yo…
Anhelo tomar esa esencia tuya
La que intuyo en cada segundo, la que adivino
Quebrará mis alas en un mínimo instante
De ese reloj del tiempo que nunca detiene su marcha.

Quiero como el gorrión…
Trinar antes del amanecer sobre un gran árbol
Tomar esa fruta apetecida, dulzona y jugosa
Y saciarme con sus ricuras…

Deseo ser la ardilla juguetona
Que siempre guarda algo pensando en un mañana,
Que angustiada y veloz le roba al tiempo sus segundos
Ahorradora siempre de nueces para más tarde
Con ese entrañable deseo de ahorrar para su vida.

Así… aprisa… alimentar mi esperanza
Con esa velocidad de rayo que pareciera no contar
Ese reloj de arena de nuestra vida que no se detiene…

Quisiera correr, apresurar el paso siempre…
Como quien desea alcanzar ese último minuto
Aplazarlo siempre para mañana…
¡Sí!  Mañana… ese  amanecer que todos anhelamos
¡Sin cerrar los ojos… sin ver ese túnel que nos aleja!
¡Que nos separa de todo lo que amamos!

No importa si no me dejan roer esa nuez que me pertenece
No interesa que mis sueños hayan sido vanos…
Me importa siempre esa aurora… el tiempo para hacer cosas
Para disfrutar los paisajes de cada segundo renovados.

Deseo correr… ¡sólo tú lo sabes luz violeta!… ¡correr siempre!
Apresurarme a detener ese reloj que marca nuestros pasos
Uno a uno… segundo a segundo…
Para contemplar una vez más… ese ocaso esperanzador
Que guardé para mañana…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero 12/12

PENSAMIENTOS DE UNA LOCA

PENSAMIENTOS DE UNA LOCA

Me gustaría buscar siempre una flor blanca en el sendero, pero siempre, siempre habrá un cardo en el camino que quiera dañar tus sueños, la vida es sólo un canto de sirena y debemos vivir cada segundo, siempre amando, siempre respetando a los demás y ante todo, muchas veces callando para no crear discordias donde sólo se busca un azahar, en ésta quimera que nos tocó. 

De nuevo en éste incierto camino de la vida, plantado de enormes espinas, tantas que a veces creemos que es mejor marchar, tanto odio y desesperación, tanta injusticia que sería más fácil contar la arena del mar y las olas que se repiten a diario, como gota de lluvia en cántaro vacío... tal vez se rompa algún día y el odio termine por devorarnos.

Si pudiera escoger entre mi vida y la juventud, tal vez lo piense más de una vez, ya que el planeta se torna tan duro y los tiempos son tan difíciles que sólo imaginar que nacerá un niño más, ya me llena de tristezas, me angustia la vida en éste terreno tan árido y tan escabroso y la niñez pareciera crecer en una plantación donde no florece el amor.

Quiero una plantación de margaritas, gladiolos, rosas gigantes, hace tantos años no respiro el aroma de la hierbabuena y las personas se han vuelto tan hurañas, que nadie desea voltear el rostro a regalar una sonrisa, entonces prefiero encerrarme en mi casa, es difícil el diálogo y aquí en un  silencio inventado, se me permite decir lo que pienso y degustar esa exquisita fragancia del café molido de mi tierra.

¿Cuando aprenderemos a respetar a nuestros padres?... cuando escuchamos esos gritos tan atronadores que nos llenan de pesar, es cuando llegan esos pensamientos que nos hacen reprocharnos: ¿"era mejor la educación de antes cuando a la fuerza te obligaban a respetar, y una cachetada era mejor que una caricia?", pareciera que siempre los tiempos viejos estaban llenos de sabiduría, y que nos han convertido en títeres nuevos, sólo para parir y llenar el mundo de más pobladores.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 7/12











VISITANDO LA BARCA DE PAPEL

VISITANDO LA BARCA DE PAPEL

Vine de visita a la barca...
Allí a lo lejos dejé mi maravilloso oasis
Quedó la palmera como queriendo tocar el mar
Sus grandes hojas se mecían con la brisa
Y daba ese maravilloso toque a mi ambiente.

Recordé que debía ir a donde mis amigos
No podía olvidar que ellos me habían regalado un espacio;
En aquélla nave de papel treparía
Aún podía así tuviera una sola pierna.

Con mi gancho me aferré al primer tronco del camino
Vogué en el silencio de la noche pues mi marinero era celoso
Me escondí en el camarote donde se encontraban los amantes
Y allí estaba... El lucero azul penetró por un pequeño óvalo
Pude observar que aún en la oscuridad su belleza era su estampa,
Tan dorada, como si el sol se hubiese ensañado en él
Como un delicioso bocado servido a mis ojos...

Recordé que debía respetar a mi marinero...
¿Habría otro como él?... Que me aceptó con todos mis defectos
Que encontró en mi cuerpo no sólo su espacio para navegar
Sino para recrear las estrellas y para encontrar en la luna,
Todos los sueños que imaginaba y que los cumplió conmigo.

Cerré los ojos de nuevo, me gusta hacerlo...
Me lancé al mar para refrescarme y así como llegué
Marché con el silencio de la noche...
Mientras la luna se pintaba clara iluminando mi camino
Y desechando los perversos pensamientos que me trajeron
A éste hermoso barco donde alguna vez soñé.



Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero 6/12

PARA UN CHARRO MAÑOSO

Gracias a ti por ser mi tesoro,
¡siiii!...! eres un ser maravilloso lleno de luz y color
poeta, danzante, leñador, carpintero, profesor
buen padre, don amador, escritor y poeta
y además... ¡declamador!.

Quiero uno como tu...
Quiero alguien que cante rancheras 
que entone versos; ya escuché tu voz
como cántaro de agua fresca
como brisa de oriente besando cristales
y acariciando rosas y azahares...

¿Quién no desea una persona 
que sabe entibiar el corazón
que te escucha aunque calle
que siempre te regala una flor?

Es para ti y lo sabes, no te hagas el loco
Rrorro...¡jajajaja! con un abrazo te digo
que siempre serás mi tesoro
y que guardado como talismán estarás
oculto en cofre de oro
y en mi corazón pernoctarás
por siempre... aunque esquives la mirada...
y aunque silencies tus labios
con una copa de tequila
y guardes el gusanito
para compartirlo con otras.

Barranquilla, febrero 6/12

VIRUS DE AMOR...

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Antes de descansar un rato, quiero decir que mi computador está lleno de virus, qué porquería los que trabajan en ésto, son la peor escoria, así como los ladrones de sueños, y aquéllos virus que tenemos en el alma... la corrupción, la envidia, la mala racha.

Quisiera que hubiera un chip para meter en el corazón del hombre, para que acabara con tanta mezquindad y egoísmo, un chip que matara las iras, que los abusivos no se aprovecharan del más débil y aquél avión que llega de un momento a otro no te siga cortando las alas...

Me encantarían virus de amor por todo lado, virus de besos y abrazos y que se contagiara el universo de ellos, virus para nunca derribar un árbol, para respetar la vida de todos los seres que habitamos el planeta.

Me gustaría el virus de tus brazos sobre mi vientre, apretando y tocando por donde quiera, ese virus que penetra y te hace ver maripositas de colores, y ese torso gordo, flaco, peludo, sin pelos, que te inspirara un verso, sin importar si es soñado.

Quiero esos virus que transmiten tus labios, virus de esencias y calores que se riegan por tu cuerpo y lo agitan velozmente como una cometa al viento o como un colibrí besando flores.

¡¡Quiero virus!! ... de esos virus buenos que alimentan el alma y te permiten seguir soñando con un día nuevo, ilusionada en esos brillantes ojos, en bocas que no pronuncien palabras que duelan, en dagas que nunca se utilicen contra los niños, en hijos amantes y respetuosos de sus padres, virus de amigos virtuales o no pero que amen, que abran el corazón cada día a un nuevo poema...

Quisiera estar llena de virus para amar, en mis brazos entregada siempre a ese maravilloso y contagioso acto...

Regálame tus virus, yo entregaré los míos en una sábana blanca que pintaré de letras cada día, agradeciendo siempre a Dios por éstos segundos, por éstos instantes, por todos esos virus que me llegan día a día contagiando mi corazón de ricos sueños.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero 6/12

DE MI MADRE PARA LUCÍA.




Raquel: Dígale a Lucía que mi madre le envía un abrazo, 
que una oración brota de sus labios por ti...
también te manda a decir mi madre, 
que si se le fueron las luces contigo por algo
que la perdones, lo que pasa es que son iguales las dos.

Que ella está muy viejita, casi que le pide permiso a una pierna
la otra se mueve ya muy cansada...
pero que cada vez que reza una oración: te recuerda.

Me dijo que te dijera, que tu pie fue el único tallado
aún recuerda el árbol en donde quedó
fue un gran guayabo... pues alguien le dijo
que si lo tallaba ahí... tú vivirías más que ella.

Que olvides todos los desaires, todo se esfumará mañana
temprano... antes de la aurora
y entonces recordarás ¡Cuanto te amaba!

¡¡Feliz cumpleaños, mi grillo mono!!

TU MADRE SOCORRO.



Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero 6/12

PARA JESÚS ROMERO RODRÍGUEZ


Hola Jesús buenos días, aún no ha llegado tu regalo
pero ser mi amigo es ya un motivo
para caminar éste sendero sembrado de versos,
donde los pinos se cubren de blancos
y las hojas se entumecen de frío
y las aves duermen y se descansan
pero aún así... trinan.

Hoy es ese día nuevo que regamos de llanto
pero ansiosa espera esa flor de primavera
por una sonrisa que no sea ajena,
y el ave roja descansada observa
que el frío protege sus rojos frutos
en tu preciosa alameda.

Barranquilla, febrero 6/12


CUMPLEAÑOS DE LUCÍA

CUMPLEAÑOS DE LUCÍA


Me parece sospechoso éste cumpleaños
¿acaso ya no habías cumplido?
¿No se marchitó la rosa tímida de ayer?
¡Qué extraño!...

Hoy levanto la mirada hacia mi jardín
te veo ahí... como una flor de invierno
seguí observando y con el tiempo,
serías una flor de verano...

Pero hoy... precisamente hoy...
cuando tan triste y deprimida estoy
aparece esa flor de primavera
con ese aroma tan tuyo... ¡tan lejano!...
¡tan servido en mínimo envase pero tan fino!

Creo que la tomaré...
le daré aquél tibio abrazo pendiente
sin importar que hayas florecido tantas veces
que hayas entregado tanto sin recibir nada,
y que te hayan pisoteado y dejado a la deriva
siempre a la deriva de un beso que nunca llega.

Eres ese jardín donde se plantó la vida
donde los sueños se esfumaron...
pero tengo la certeza hermana mía
que en esa alameda tuya florecerán los tulipanes
que guardarás el más bello para mí
mientras levanto una gran copa de vino
por ti... por mí... y brindamos por mañanas;
siempre por un siguiente día mejor que ayer
y la rosa, esa ardiente rosa de tu corazón
sonreirá alegremente olvidando cardos del camino.

¡¡Feliz cumpleaños Chiqui!!

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero 6/12