viernes, 27 de enero de 2012

DECLARACIÓN DE GUERRA (9)

DECLARACIÓN DE GUERRA (9)

Vengo con una hoja en blanco,
Le declaro la guerra a todos.
Mis disparos serán de palabras
Mis fusiles dispararán besos
Mis granadas serán poemas.

¡Quiero partir en mil pedazos tu corazón de roca!
Que se impulsen los cohetes de mi alma
Lleguen y penetren sus dagas de amor
Y perfumen de azahares sus instantes.

Llegué siendo un ave simple y silenciosa
Sin adornos en sus plumas...
Sin más fantasía que mis desvelos
Sin más pintura que mis versos
Y el trino fantástico del jilguero...

Vine con banderas blancas
Me arroparé con ellas aún si están ensangrentadas,
Las limpiaré con el jabón de la paz que se implora
Y el segundo a segundo de dolor que apaga la sonrisa.

Vine a traer ramos encendidos
Los haré explotar y sus pétalos no dañarán a nadie
Ni siquiera las espinas de sus tallos,
Pues seguirán floreciendo rosas nuevas.

Aquí estoy, un muro en blanco para gritar al mundo
Que la paz y las palabras serán el escudo que nos proteja.
Soltaremos palomas blancas y sueños, fantasías de colores
Que se estamparán cual iris nuevo
En el pañuelo blanco de la vida.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 27/12

PALOMAS BLANCAS (10)

PALOMAS BLANCAS (10)


Las palomas blancas de mi patria están asustadas
huyeron antes de la aurora.

Las sentí sobre un roble, 
¡muy tristes!
Fueron las plañideras de ésta tierra bella, 
gimieron por otros,
lloraron por aquéllos que no tenían dolientes 
y con su traje blanco surcaron el cielo.


Se tiñeron sus pechos de sangre...
Sus alas veloces son cometas de fuego.
Desaparecieron ante nuestros ojos
que impávidos las veían.

La paz de nuestro pueblo está cansada,
está agonizando, 
¡está desesperada!...

El trapo blanco no se usó,
estoy segura que se utilizó 
para cubrir más niños en el bosque.

Los soldados de mi patria corren apresurados...
Sus pies no llevan calzado;
sus manos no buscan los senos de sus novias;
sus ojos están marchitos y tristes,
no pudieron izar una bandera blanca
ni ondear con las doncellas 
sus cuerpos por la playa.

¡Qué triste se tiñe el horizonte de mi patria!
Mientras unos siembran flores,
otros, minas quiebra patas...

Mientras unos regalan besos, 
otros, fusiles que matan...

Mientras se busca el alimento, 
muchos envenenan el agua,
saquean los bosques para sembrar amapolas,
y sus flores ya no adornan, empobrecen a quien las siembra
llenan de furor y soberbia a quien las vende,
arruinando vidas, destruyendo hogares...

¡Qué triste vislumbro el destino de mi patria!
¿Qué poder nos ayudará?
Habita el deshonor y la corrupción...

Se crean leyes con mañas
para robar a los pobres.
Se inventan instituciones 
para buscar más impuestos.

Se llenan espacios con gente que sólo busca dinero,
y el pueblo que se joda,
mientras ellos,
tiran a la basura los ideales de los buenos.

Las palomas blancas huyen...
¡Sí!, se cansaron, se agotaron...

Pareciera que la maldad izara su propia bandera.
Los ricos serán los mismos,
y el resto,
¡que coman mierda!...

Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, enero 26/12

RECORDANDO A VALLEJO (11)

RECORDANDO A VALLEJO (11)


El atardecer parece gris
Las nubes se tornan oscuras,
Los ojos vencidos parecieran ser
Sólo muertas estrellas sin fulgor alguno.

Hoy como ayer cuando tú mirabas
El deshonor era el plato servido a la mesa,
El dolor igual que ayer, hoy son las vestiduras
Que cubren de pesares a los rostros viejos.

Hoy como ayer mi dulce poeta Vallejo
Te he de contar que la vida poco vale,
Que se extinguen las bellezas que nutrieron
Y llenaron de resplandor verdes y frondosos valles…

Hoy lloro como tú en silencio, tratando de izar una bandera
Donde han fenecido todas las esperanzas
Y mis ojos con dolor recuerdan
Que un poeta del ayer también gimió sobre un papel en blanco.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla- Colombia, diciembre 16 de 2011.

SILENCIO (12)

SILENCIO (12)

¡Silencio! Los malvados acaban de llegar...
Sus miradas son altivas y brillantes
No respiran...¡bufan!... 
No caminan...¡corren!...

Aquí estoy esperando por ellos,
Sus miradas son lascivas y vulgares
les gusta la oscuridad, su alimento es el odio y la iniquidad
no han visto en detalle a un colibrí ni a una flor,
su aliento apesta a cochera y viven por vivir.

¡Cállense!... Un minuto de silencio por ellos es poco,
eternidades de silencios sobre sus maldades
acaban con la bondad y parten los cristales con sus manos
desnudan el alma de los niños y no aman a sus madres
lanzan las oportunidades del amor a la basura de sus propias miserias.

Aquí estamos con el corazón vuelto añicos,
otra mañana esperando a que regresen,
una fuerza oculta los hace voltear el rostro
se ahorcan con sus maldades y gimen oscuridades.

!Que nadie los escuche!... 

Tuvieron toda la eternidad para cambiar,
que nadie los llore, 

pues no se espantaron ni tuvieron temor de Dios

¡Fueraaaaa!... 

Que se marchen al mundo del silencio
que los reciba ese oscuro hueco en donde deben estar
que nadie los libere,

¡queremos vivir en paz!

Anhelamos vislumbrar el paraíso cada día...
Que no silencien las aves del cielo, ni las madres lloren ausencias
ni los niños se quiebren con sus piernas ensangrentadas,
que una ostia consagrada se levante
con la confianza de un Dios
que vendrá en un caballo blanco y con su voz de trueno
extinguirá la maldad del planeta.


¡Silencio!



Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 25/12

CUANDO SOMOS LOS PADRES (13)

CUANDO SOMOS PADRES (13)

¿Cuando somos los padres los maltratados por nuestros propios hijos, que nos insultan y recibimos su desprecio y ultrajes a pesar de que daríamos la vida por ellos?

En medio de cristales pálidos trato de sonreír, de robarle cada segundo a la vida, pero también es duro es saber que tantas veces nos producen profundas heridas y que nuestro trabajo pareciera infructuoso.

Tantas veces desvelados y angustiados por sus llegadas al amanecer, cuando prefieren un amigo a regalar un abrazo y una sonrisa.

¡Cuántas soledades e inquietudes!, oraciones por siempre en nuestros labios,
gotas de rocío empapando la almohada y nuestro corazón sangrante por sus desaires.

Duele el maltrato a un niño, daría la vida por uno de ellos; a cambio tantas veces los padres recibidos los puñales de sus arrogancias y nos sentimos tristes y humillados.

¡Cuánto daría porque fueran niños otra vez!

La vieja estúpida y tonta se quebrantó, la última gota llenó la copa y se desperdician  lágrimas cual diamantes en bruto.

Sólo tú, Señor de los entristecidos nos puede devolver la sonrisa. 

Voltea el rostro hacia las madres y padres que entregamos hasta nuestra última gota de sudor, pero que también necesitamos un abrazo y un beso al amanecer de sus llegadas, o una despedida de niños con la inocencia que se retrataba en sus hermosos rostros y que en un instante se perdió.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 25/12

PENSAMIENTOS DE ÁGUILA (14)

PENSAMIENTOS DE ÁGUILA  (14)

Descansada sobre una gran roca

Se encontraba Águila blanca de verdosos ojos.


El ambiente pesado se veía a lo lejos,

Los gritos de los buitres devorando pieles

En un agitado vaivén entre las olas.



Advertía de nuevo muy de mañana,

Que la vida es una joya de colores fuertes

Mientras la muerte... ¡Es sólo la muerte!

Adornada de vestido blanco, o de un traje negro,
Que en segundos o en instantes apesta.

Avistó siempre las miradas,
El encanto bello de las primaveras;
El canto de las aves que arrulladoras se entregan
Sin pensar en el mañana, 
Ni soñar en vanidades,
Y sus trajes adornados con las mejores galas
Se agitan veloces por el inmenso cielo.

Advierte antes del ocaso 
Que su aliento es renovado
Sus plumas más ligeras...

Pensamientos le agitan aún en las noches
Despierta espantada... ¡Quiere dormir!, /más no puede.

Desea días que nunca terminen...
Le agitan las olas, le acobardan las piernas;
Tiemblan sus labios al imaginar un beso tuyo.

Palpitan cascabeles en su corazón,
Mariposas en su vientre, el rubor en su rostro,
El tibio sentimiento de amar, siempre amar,
Y descubrir cada instante unos ojos 
Que no sean ajenos...

De nuevo desea levantar vuelo,
Escucha el agudo llamado de otros versos,
Se remonta al cielo en otro intento.

¡Qué hermoso es volar!...
Qué divino el pensamiento que siempre te eleva.

He de buscarte amor mío en tu morichal
Aunque parezcas foráneo, 
Y tus quebradizas alas
No adviertan, muy de mañana,
Que te esperé siempre en mi eterno vuelo
Para decirte de nuevo: "te quiero".

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 25/12

EL PIRATA (15)

EL PIRATA (15)


Estoy en la isla y ella me completa
no he podido llegar a mi barca,
es más, desde que escapé con mi marinero
los días son más cortos, el tiempo más ligero.

Diviso a lo lejos las gaviotas...
Hay una discusión que me es ajena,
un gran buque pesquero de amores advierte
que en tibia noche dos amantes conocidos
se dicen palabras ardientes que convierten en fuego.

Hay cenizas que se lanzan al viento
pero  la brisa las lleva hasta un jardín encantado,
sus hadas las recogen y las convierten en rosas.

La barca, la gran barca llena de amores...
Otra vez los amantes locos semejan palomas,
otra vez los calores exquisitos, las miradas brillantes...

Renegué de ese barco algún día,
pero al escapar de allí, descubrí que está soleada la tarde,
que las palmeras anuncian tormentas de abrazos y besos,
que los ballenatos sueñan con tetas que los agrandan
entre las espumas salidas del alma.

¡Qué hermosa barca diviso desde aquí! 
Myriam y Oswaldo
sólo tienen tiempo para el amor.
 
Una oración elevan al cielo
y yo aquí, con mi marinero de ojos azules
tan intensos como el cielo que arropa nuestra piel
y tan cálidos como el fuego del sol 
que aparece en el ocaso de mis días.

Barranquilla, enero 25/12

VUELO DE CISNES (16)



VUELO DE CISNES (16)

El trigal esperará hasta mañana
Mis alas anhelan un vuelo ligero,
Un estero de cristal añorará mi regreso
Con tibios peluches dorados.

Les dejaré un beso de colibrí al anochecer
Es incierto el camino, 
Pero aún así aguardo tu mirada en mi jardín
Con la paciencia de un monje de mármol.

Me inclinaré ante su hermosa estampa
Si cobijados con el canto del zorzal
Una nueva tarde entrega sus candores
Día a día, hasta completar un pedido
Que guardado estaba en mis entrañas
Para reposar en tu corazón.

Aquí están, un cántico nuevo
Retozan copos de algodón
Y se ocultan entre la maleza
Para dormir bajo un abrigado y mullido traje.

Esperaré silenciosa en la mañana
Si al abrir mis ojos sobre el lago
Un manantial claro los espera
Para interpretar mi única canción
Hasta que el último de ellos
Emprenda su obligado viaje.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 24/12

TU MEMORIA (17)

 .

TU MEMORIA (17)

He perdido la memoria…
Los pasos hacia el campo santo con un crucifijo de madera,
La vieja cerca de grandes y planas piedras,
La casita con el gran árbol de flores rosa 
Perfumando nuestra estancia,
La envejecida puerta que hoy se parece a mí,

Las llaves cansadas y silenciosas oxidadas
Como el tiempo que se va y no regresa.

Nunca un cerrojo sobre tus cosas,
Se perderá como las cenizas al viento
El dolor en tus huesos nobles
Y tus lágrimas serán lluvia matutina
Rodando por entre los pétalos de la existencia.

Creo que olvidé, ¡qué fácil es!
Tus negros ojos en los míos y esa sonrisa
Una medio sonrisa de tristeza,
Tus arrugadas manos abrigando las mías,
Tu cuerpo marchito teñido de grises.

¡Qué fácil es olvidar!
Qué duro es recordar entre los escombros de la vida…
Qué tibio es creer que mañana nada será, ni tan solo un recuerdo
Sobre el polvo que se levanta altanero en nuestro camino.

Olvidé la marca sobre tu brazo y sus señales,
El corazón atravesado por una flecha que nunca hirió,
Tu Isabel García y un bebé que jamás vi.

Mi madre a tu lado fue siempreviva perfumada y tierna
Cerrando tus párpados y gritando al cielo una oración por ti.

Tibia cascada sobre nuestra vida…
Amapola de colores sembrada en nuestro huerto,
Eso fuiste padre mío, un recuerdo que regresa
Con tu dulce aroma a papá.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 24/12

ÁGUILA DE PASO (18)

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ÁGUILA DE PASO (18)

Ya extendidas sus alas no habrá retorno
la magia de las montañas llama
y el canto agudo y lejano 
es una promesa de amor.

No aguantaré a mañana...
Estaré aquí, la brisa de la noche es fresca.
Me descansaré sobre un añejo tronco
que perdió sus ramas,
 una cruel daga derribó su esencia
en tanto sigo mi destino.

 A lo lejos ella espera,
sé que estará encogida ante el deseo
su cantar se convertirá en arrullo de paloma
si al llegar encuentra tibio remanso
y en un abrazo se confunda conmigo.

El bosque está verde...
He visto girasoles mirar al sol antes de sus trinos
y en la brisa que viene del norte su perfume
es un salmo a la esperanza.

Su voz escucho antes de la oscuridad,
descubro sones del alma
que liman asperezas para fundir a los amantes.

He llegado... 
Ella extiende sus alas,
pareciera humillada ante mi grandeza
y en un alucinante espasmo se entrega.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero 24/12