CIERRO LOS OJOS

CIERRO LOS OJOS

Cierro los ojos y escucho la voz del río
Lleva en su vientre la razón de su vida
Y canta en vez de llorar, mientras  divisa la cuesta
Conmovido suspira cuando  danzo por la vida
Adormecida en la pradera.

El trino de las aves con su coqueteo…
Me hace sonreír un toche de amarillo traje

Advierte que en el cristal de las tranquilas aguas
Alguien invita y ardiente extiende las alas
Simulando estar bañándose con gotas de cristales.

Y en un segundo... cuando casi desprevenida me encuentra
Levanta vuelo veloz y en su pico una rama advierto
Con ardor emite un lindo suspiro
Y así como llegó… empieza a construir un nido.

Un cantar de ramas me sorprende una vez más
el aroma me despierta en otros lagos
Y navego en otro mar.

Cuando ya lejana mi vida pareciera
Desvanecida en un iris de colores…
El áspero sonido de la voz del hombre me despierta
Escucho bramar una sierra sobre un roble de todos los años
Recuerdo que aún estoy en el mundo de los muertos vivos
Busco rosas encendidas donde las espinas me hieren
Y lloro una vez más desconsolada, cerca de los cardos del camino
Donde destilan aceite frondosos olivares
Y lloran los guaduales por su incierto destino.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, Noviembre 24/12