domingo, 11 de diciembre de 2011

¡DULCE NAVIDAD! (52)

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¡DULCE NAVIDAD! (52)

Un árbol lleno de globos de colores
Guirnaldas que mirarán con asombro tantos niños
Con cada luna nueva…

Los de África, de Colombia, de Afganistán
Donde se siembra la muerte en vez de flores
Y el regalo se llama: mutilar.

Una navidad apacible
Tomada de una suave mano
Una carta leída una y mil veces
Un Johan Steven asomado a la ventana
Escuchando el trino de gaviotas en el atardecer
Con un gemido que pareciera decir:
¡NAVIDAD! ¡NAVIDAD!


Dulce fantasía tejida de esperanzas.
¡Sueños de tan pocos días!
¡Navidad!... ¡Oh… Navidad!
Que sueles llenar mi alma de fantasías
Mientras la música brota en cristales de colores
Que miro pasar ante mis ojos y se desvanecen en mis oídos
Olvidando la cruel realidad.

Sueño con que no se adornarán  más
Con globos de la muerte,
Que no veré más serpentinas reventar,

Que el abuso huirá temprano 
Y no será  el pan de cada día
Que el sonar de campanas será para  anunciar:

¡NAVIDAD!  ¡HA LLEGADO NAVIDAD!
¡EL NIÑO DIOS ACABA DE NACER EN CADA CORAZON!

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 12/11






ERNESTO CORTÁZAR (53)

ERNESTO CORTÁZAR (53)

En las marejadas de tu corazón
ofrezco un poema simple
 para calmar la sed de amor.
Los sonidos me traen esperanzas,
donde el camino es tantas veces incierto
sembrado de cardos con espinas que hieren
y que parecieran matar el alma.

La música es el madrigal de cada día
la miel dorada que lamen osos
y llenan la piel de oro y fantasías.

Escucho tu inspiración
si en soledades atrapada estoy.

Tus notas son almas tranquilas,
poemas que tallan con sus manos
soles ardientes que duermen sobre las rocas.

Es un perfume dispuesto en el pentagrama
viajando con el viento en alas de cóndor
sobre esteros donde nace el arco iris
cerca del mar.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, Diciembre 12/11

OBSERVANDO/Wolfgang Pally (54)

OBSERVANDO/Wolfgang Pally (54)

Cada detalle pintado por tus manos,
Cada mirada penetrando un corazón
Huellas de tu poder 
Bajando desde los altos cerros…

Las calladas flores que desde su silencio
Entre los espinos de su existencia aprisionada
Nos regalan tu perfumada voz.

Desde aquí te observo en detalle
Disfrazada de águila rapaz
Que al extender sus enormes alas
A tu interminable espacio,
Es viajera lluvia que nunca cesa,
Que se oculta en el mar
Y se funde con sus imponentes olas.

Pasos de caballo libre por la inmensa pradera;
Arco iris de mi corazón:

Desde aquí cual leona triste
Contemplo la llanura que tantas veces sin querer
Teñí de rojo, pues mis garras y colmillos 
Parecieran un himno a la locura.

Puedo imaginar que en la creación algo falló.
¿Pero qué soy? un pedazo de tierra morena
Incapaz de conocer los misterios de tu creación

Desde aquí
Extasiada admiro tu grandeza,
Aún sin creer que el cervatillo pintado de colores
Mañana sea mi alimento.

Que los ojos, luciérnagas del alma que plantaste
Estén aquí ante los míos
Tantas veces indolentes, tan ajenos
A tu magnífica invención 
Donde regamos de sangre los plantíos
Con conocimiento de causa y uso de razón.


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 12/11
















COMO LA ARENA (55)

.COMO LA ARENA (55)

Como la arena al mar espero
Tus suspiros enajenados
Sobre las playas de mi piel.

Como la brisa que sobre las grandes rocas
Que anuncian tu regreso…

Así, amado mío
En el silencio de una mirada
Con las huellas una y otra vez borradas.

Te espero
Con la rosa tibia
Que anunciará muy de mañana
Que ese gran suspiro
No se perderá más en el acantilado,
Sino que golpeará con la fuerza de tu amor,

Me tomará con el rugido de la oleada
Penetrando el oasis de mi corazón.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 10/11

A MOY GUADARRAMA (56)

.A MOY GUADARRAMA (56)

A un muchacho 
Le contaré que sobre los cerezos
Estuve imaginando su dulzura.

Esta mirada cautiva observaba en detalle
Cada pétalo con su dorado corazón.

Mi rostro era lozano y los dos volamos
Convertidos en tiernas mariposas
Libamos la miel de la vida 
Entre el sabor y el olor de las rosas.

Un muchacho como tú
Suele ser una gran riqueza para el alma
En donde hay pobreza y soledad.

La palabra de un joven 
Tiene el valor de la belleza
Que muestran los jardines desde el amanecer
Donando su perfume sin esperar más.

Proclaman: “aquí estoy",
 Obsequian la sonrisa más fresca
Y escriben palabras de juventud 
Que nos llenan de vitalidad.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 9/11