domingo, 24 de julio de 2011

CON LA LUNA (259)

CON LA LUNA (259)

A ella enviaré mis ruegos nuevamente.
Largas noches cobijada  en silencios
donde el sol escondido celoso la mira
y mis ojos cerrados suspiran...

Diva del amor que no tienes sexo
iluminas mis oscuras noches.
Besos de fuego encendido
nacen desde tu ojo dorado
y mueren callados sobre mi ventana...

No te escondas entre las nieves blancas,
ilumina mi negro sendero.

Perdida me encuentro,
señala el camino que me lleve
y me haga perder con tus luceros...

Oscura y tenebrosa te dibujan
cuando a mis solitarios ojos,
eres la diosa de los amores solos.

Eres rosa roja sin jardín,
hoja de otoño que cae silenciosa
y se pierde en el silencio vago,
con las cometas que viajan ligeras
y mueren  entre tus doradas manos...

Dibújate dentro de mí, 
penétrame con tus dulces rayos.

Que no duerma con mi sentir,
y tus sedosas alas viajeras
se posen suaves y altaneras
y con un beso de luz de tu mirada,
silencie mi vida, 
bajo azules olas.

Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, junio 22/11

COMO UN NIÑO/Salomé (260)

COMO UN NIÑO/Salomé (260)

Como un niño te quiero devorar,
mundo bello, ¡hermoso!... sólo esencias,
perfumes a pino fresco...

Cascadas desbordantes bajando del cielo,
lluvia de cristales envueltas en iris mágicos,
mariposas de un sólo día,
ésta es la vida, efímera, ligera.
Vuelas, te vas con ellas 
cayendo en cualquier esquina...

¡Vida!... mi amada vida llena de dolores
aún así te amo, te aprisiono en mis segundos.
Magia llega a este rincón de mil sabores,
besos encendidos con sabor a luna...
Abrazos consentidores con ricos alientos
con almíbar a mango dulce color oro...

Quiero beber el vino que me ofreces,
el placer de existir con mis alas abiertas.
Déjame hablar libre
así como el manantial bajando la cuesta.


Vida!... vida con sabor a hierba fresca,
olorosa a hierbabuena de mi abuela,
con sabor a mi madre añeja, divina.

¡Qué bello abrazarte como ahora!

No marcharé sin antes decirte
que eres lo más bello,
el regalo más hermoso.
Tus sabores de mil colores
no se esfumarán más ante mis ojos.

Cual mariposa errante ataviada de azul, 
absorberé toda tu esencia.

Sé que mis momentos son efímeros,
que moriré temprano sobre una lápida fría
pero que lo haré feliz, dichosa,
con mi aliento a fresca rosa
pues soy la niña que trina
entre cardos espinosos del camino
que aún entre sus dardos venenosos,
entrega la esencia que no lastima,
y entre perlas de tus labios
regalas una sonrisa a quien la pida.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, junio 22/11


PALOMA (261)

PALOMA (261)


Cual tímida paloma 
adorné mi corazón de blanco.

Perlas escondidas 
en la sangre del poeta que lloró letras
junto a espumosas brumas del alma
se adornaron pálidas en tu sonrisa triste.

He cultivado lirios preciosos...
Adornan los valles de mi hogar con la tibieza marchita
casi que olvidada de unos labios por besar...

Miré a lo alto nubes grises,
más vi que fueron pasajeras...
Se esfumaron sobre las torres de una nave silenciosa
llevadas en tus alas con plumas blancas,
espuma ligera y suave 
con la esencia de la vida.

El dolor tocó a mi puerta...
Las llagas casi me consumen en mi solitaria cama.
Imploré porque todo en ti fueran renovado,
expandí perfumes sobre tu almohada,
rogué luz del cielo para tu mirada.

Sentí que la aurora era triste sin ti...
Un presagio te arrancaba de tajo.
Alguien decidió que no fuera feliz
todo lo amado, todo lo encontrado,
todo... ¡todo lo perdí!...

Flores blancas se elevaron, 
parecían cometas de luz,
labios temblorosos me dicen que estás aquí,
siento tu mirada fresca, tranquila
el pasto tierno guardado en tus niñas
tu aroma a bebé grande.

Tus pasos curtidos de dolor se acabaron
pero en mi alma murió una nueva violeta,
la que se pintaba púrpura con tu cariño
hoy vierte las mismas gotas de rocío
y el pensamiento lúgubre te imagina
blanca como la aurora, 
al tornasol de tu mirada.

El brillo de tus ojos se esfumó,
así desaparece en el alba,
la  fuerza que te dio la vida...

Siempre te recordaré mi bella paloma blanca
 ese cariño tardío en mi ventana,
esas palabras tuyas que se fueron
lentas y apacibles sin pelear más.

¡Fue tan poco el tiempo!... leve... silencioso.
Ni un abrazo pude entregar, sólo versos tristes
se estampaban sobre una blanca hoja
mientras mis besos te llevaba hasta el altar.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, junio 23/11




ESPÉRAME (262)

ESPÉRAME (262)

Había navegado por largo rato, 
espacios sin fin con heridas miles.

Humillante remar en lagos ajenos, 
donde los huertos y las flores
nunca serían para mí
y los suspiros enajenaban envidiosas miradas. 

La lluvia fresca y matutina 
era otro sueño sin final,
que las cristalinas aguas 
dibujaban en paisajes para la soledad.

¿En dónde estás?
No reparabas en mí.

Decidí enamorarme de mi reflejo.
El agua de cristal me mostraba con claridad;
allí estaba solitaria y lejana.
Intenté brindar un beso,
me quería besar a mí misma
más sólo vacío.

Me perdí con mis sueños
y mi reflejo nadó conmigo,
se entristeció y yació, 
fue blanca espuma
en el fondo del lago del amor.

Te invitaba con mi único canto de un sólo día,
salí presurosa con pasos de  gansa herida.
La música fue lanza de fuego,
penetraba en mi corazón 
y te esfumabas.

Tu vestido era de varón,
tu pico de macho bravío,
tus ojos eran el reflejo del espejo 
en donde me bañaba.

Y allí,
en silencio, sin pensar en nada,
decidí que pernoctaría por un tiempo, 
pues tus alas,tus besos y miradas 
ya tenían dueña...

 A la distancia sólo los veía
se  arrullaban
se besaban
se limpiaban
se amaban...

Danzaban al viento blancas alas
perdidas en mi angustiosa soledad.

Te imaginaba entre mis brazos,
te sentía en la brisa perfumada,
 en el canto del mirlo negro 
que desde la mañana llegó al árbol de mi vida
y me dijo que tal vez mañana,
otro día más eterno
e interminable serías para mí.

 Llegarías temprano con un trino único
y entonarías a tiempo tu melodía de amor,
esa que no tiene despedida y se pierde en silencio,
se esfuma en el río caudaloso
y no regresa nunca más...

Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, junio  24/11



ALEMANIA (263)

ALEMANIA (263)

Cómo olvidar esas primeras y ansiadas imágenes con tu morral wayuu, tus botas de cuero, chaqueta térmica, sueños entre lágrimas y espinos del camino, pero ahí estabas, radiante y felíz como una tierna mariposa, en medio del sueño de tu juventud, ¡al fin!... Dios mío tanto sacrificio y ya estabas ahí. Hoy debía cuidar mis palabras, pues había un lector más y tendría cuidado en comentar sólo cosas buenas.

Bien mi gordita, Dios nos ayudará, le dije ese día en que lloraba desconsolada en mis brazos, su deseo era terminar sus estudios, pero cada vez que llegaba el fin de un semestre y debía conseguir lo del siguiente, humillación, llanto y tristeza.

Aquél día estaba viendo televisión muy preocupada por mi chiqui, ¡Dios mío ilumíname algo!, tiene que haber algo que pueda hacer por mi nena, excelente estudiante a quienes sus compañeras no querían ver en los primeros lugares que ella buscaba, para que le sostuvieran su media beca, pues quería ayudar con  la carga, pero no, yo le decía: ¡relájate nena!, no quieras ser la primera nunca, debes ser excelente en lo que hagas, bien hecho, con amor y sin importar el sacrificio que debas hacer, las cosas van llegando y nuestros pasos no los dirigimos nosotros, hay una fuerza externa que a veces creemos desconocer pero que es la guía final a todo lo que iniciamos...

 Empezaba el noticiero, seguro los mismos horrores de siempre y estaba ahí como un sadomasoquista triste viendo lo mismo de todos los días, platos de sangre servidos a la mesa y a los ojos de los depravados que encendíamos la televisión, para ver las dichosas noticias. Me disponía a dar el clic de despedida cuando vi la noticia: Empresa en Colombia encargada de llevar jóvenes al extranjero para estudiar un idioma y permanecer en un hogar como hija prestada que colabora en pequeños oficios caseros, como si estuviera en su propio hogar, con unos padres prestados por un año, debe ser estudiante universitaria que no haya terminado la carrera.

 El corazón de madre se iluminó y como loca corrí para anotar el link. Esta era la oportunidad para mi niña,  aprender perfecto el Alemán, que fue el idioma que ella como siempre voluntariosa  decidió. Quería Chino, y otros que no recuerdo, pero siempre se antojaba por lo más difícil, decidió que era Matemáticas lo que deseaba estudiar y en el 5 semestre se pasaría a Ingeniería Industrial en la Universidad del Atlántico. Pasó los exámenes y ahí estuvo hasta que las cosas empezaron a complicarse cada fin de semestre y empezaron las lágrimas. Esta vez fui yo quien le dijo sin pensarlo: aprende Alemán (bien, me hizo caso). algún día te vas para allá...

Ya tenía escrito el link a donde podría entrar y averiguar. Estaba tan feliz, nunca sentí miedo ni dejé que los pesimistas me desilusionaran, aunque como siempre parlanchina y bullera corrí a contarles, cuando habíamos quedado en que nos callaríamos la jeta para que nadie salara nuestras ilusiones. Allá las cogen de mantecas, las explotan, las llevan de putas y las desaparecen, fueron muchos los comentarios, salía un poco abatida pero siempre le decía, tienes que decirme ahora hija, como una verraca Santandereana que no se le arruga a nada, no olvides que en Santander fuimos las mujeres quienes gestamos la independencia de España y nuestras mujeres arrechas, fuertes y verracas (éstas palabras significan algo diferente, en Santander, significa mujeres fuertes), fueron quienes lanzaron el grito de libertad desde el Socorro, Zapatoca, Galán, con mujeres como Manuelita Sáenz, Manuela Beltrán, La Pola, tú tienes esa sangre en las venas y debes luchar por tus sueños, no dejemos que nadie venga y nos dañe la fiesta. Confío en Dios, desde el principio lo hice, así que mi gordita, estamos a un día del viaje, me vas a decir mirándome a los ojos, si tienes miedo, porque si es así... "tiramos todo a la mierda"  y te quedas aquí conmigo.

La vi salir con firmeza, llevaba su maleta bien forrada, no me importó el costo del embalaje, me habían prestado dinero, pero no importaba, me esperaban eso sí, pues sabían que les pagaría hasta el último céntimo. Mi chiqui me demostró que como siempre tenía sangre de cabra montés y que ninguna montaña era difícil de escalar. Me aseguré de que llevara la cámara y estuve tan tranquila, nada iba a pasar, ella había tenido sueños y éstos eran viajando en un gran pájaro azul que se perdía en el horizonte y llegaba a unos nevados que se convertirían pronto en primavera. Le dí mi cámara fotográfica pues no había dinero para comprar otra, le decía: te aseguras de tomar muchas fotos, a todo lo que veas, animales, ojos, bocas, pantanos, todo es todo... ella sabe cómo me encanta la fotografía, te aseguras de quedar de vez en cuando en algunas , como para que los incrédulos se muerdan un poquito la lengua y para que las amigas envidiosas que siempre dañaban sus trabajos tan bien elaborados y te  los escondían detrás de los sanitarios, o los despedazaban y los tiraban a las canecas de basura del colegio, se mordieran la lengua y se dieran cuenta que por más zancadilla que te metan en la vida, hay alguien poderoso, más que todos los poderes que existen, que siempre te dará una manito.

Nadie la explotó, nadie la violó, pasó algunas cositas desagradables, pues por allí según me dice, aún creen que llevamos el guayuco puesto, yo le dije: para nada hija, tu guayuco de libertad lo llevas siempre bien puesto, y cuando tengas que colocártelo, debes hacerlo con dignidad, que nuestra sangre se sienta vibrar en donde estés, pues por más grandes que parezcan, no son mejores que nadie, sólo pobladores más en ésta selva de cemento.

Su trabajo muy sencillo, AU PAIR, cuidar un nene y estudiar, aprender el idioma Alemán perfecto. Tuvo que pasar por 3 familias, cada una tenía un pero, la actriz la quería coger de esclava, la otra señora muy buena, pero no tenía el perfil que le habían ofrecido y además no le podía dar los 250 euros de bonificación para su estudio, la otra señora la última fue la mejor, una Argentina con su esposo Alemán, me dice que le llama papa, sin tilde... y a ella, mi madre adoptiva. 

Bien amigos, la historia es larga, mi nena está estudiando, hace el trabajo como parte del contrato que firmó en el programa, con dignidad y con amor, así la miren con desprecio y digan como un chico le dijo al otro: "¡mira qué hermosa jovencita!, qué bellas piernas", a lo que el otro le dice:¡no la mires!, es sólo una AU PAIR, difícil para ella éstos desprecios, pocos  amigos, sólo su familia  en donde está, pero ya no me llama llorando, está feliz, le dieron la oportunidad de estudiar y aprender el idioma a la perfección, ya han pasado 6 meses, va en medio del camino y yo aquí con mis brazos extendidos como siempre y la mirada lejana desde mi vieja puerta de madera...

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, junio  25/11

CON UN BOLERO (264)

CON UN BOLERO (264)


Disfrutaré mi hoy, cada segundo
en el jardín de violetas, de rosas encendidas
de colores ansiosos, envueltos en gotas de rocío,
que como besos tibios te enviaba
desde mi corazón.

Mi loto está encendido.
Sus estambres ardorosos
dispuestos a la entrega absoluta
vertida en mágico placer...

Empecé a danzar con las ramas en alto.
La desnudez de una mirada brillante
inspiró al viento en suave danza, y ahí,
los pétalos iniciaron a caer suavemente.

Al ritmo del bolero la cintura se movía
mis ramas se aferraron a las tuyas
y me pegaba a tu rosa piel...

El placer era infinito...
Con el beso de la cigarra
que ardorosa suspiraba a mi oído,
la mariposa absorbía mi total esencia,
entre perfumadas flores bañadas de rocío,
y la lluvia mañanera, 
que como un regalo bajaba del cielo,
y envolvía de magia la vida.

Caen los pétalos con afán,
se abrazan entre dulces gemidos agitados
que finalmente me decían
que el amor era fuego ardiente.

El mío estaba encapsulado,
dentro de mí, sin poder salir...
Estaba como dorado girasol
que enviaba suspiros con el viento,
hacia el cielo donde te posabas.

Te los enviaba con la brisa mañanera
hasta tu rincón,
y te demostraba una vez más
que nací para el amor.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, junio  25/11

LENGÜETAZOS (265)

LENGÜETAZOS (265)

¡Qué encanto de vida! /sabor a leche en tus labios.
Las tetazas de mi madre, tibias, consentidoras;
los labios de mi madre, dulce paloma blanca

desplumada, agotada, envejecida...

Disfraces de la vida, ¡gran locura!...
Corazones de fuego mutilados,
labios rojos ensangrentados, 
besos de lenguas
sin manos que acaricien,
con un aliento,
con sólo un lametazo ardiente, 
te lo dicen todo.

De nuevo quedó el vacío sobre la jarra,
se sirvió a la mesa con la suavidad de su color;
la crema flotó desde su fondo, la nata no se ocultó;
y en la frescura de mi valle, 
sólo el olor de tu carne,
suave pasto mutilado por tus dulces labios.

Verdes pinos, bellos güaduales mecidos por la brisa.
El ruiseñor cantor elevó su vuelo en silencio,
mientras un nuevo trino escuchaba hoy,
es un instante vago, 
donde las espinas sólo rozaron
y los ojos se humedecieron.

El colibri pasó de nuevo, raudo y ligero,
y entre sus alas veloces, esmeraldas en vuelo
se largó con mis suspiros 
y mis versos de amor.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, junio  25/11

ZAPATOCA (266)

ZAPATOCA (266)

Encallado en la falda de la montaña
donde dicen que la rana canta y el sapo toca
aquí nace la leyenda de mi pueblo amado
donde la maracaibera y la torcaza
buscan pepitas de agraz,
repican con sus cantares,
tocan los tiples soñadores
mientras viejitas curiosas
se asoman a media puerta
con su mirada de rosa,
guardando virginidades.

¡Ah! mi pueblito amado,
donde se quedó mi vida
perdida entre tus guaduales
entre las imponentes cimas
besando al Chicamocha.

Donde el olor a hormiga
cual tostado maní,
se expandía por los cerros
siendo beso mañanero
con el sol tirando fuego,
sus nidos burbujeantes
y las piernas malheridas
con el pico de los cabezones...

Cómo olvidar mi historia,
la de mis tíos campesinos
perdidos entre tus cerros
aromados  a pino fresco,
con pomarrosos rosados
que huelen a flores tiernas...

¿Cómo volveré a ti
de la mano de mi novio,
aquél que nunca terminó conmigo
pero se casó con otra?

Mi amado pueblo 
con el cura mandamás,
la Cacica de mi padre,
las corales, los chirlovirlo,
el toche madrugador,
la viejita de las matas,
el coplero y don Simón,
las sucias alpargatas,
los ranas y los chiques
los paloblanco, chochagrande,
los kirikos, los juan chiquitos...
los amigos de mi padre
los sadatacos y los carrielitos
en una lista interminable...

Cuánto apodo sin apellido,
pero allí te conocían ...

La guitarra vida mía,
el tiple, las maracas,
los dulces de mis tías...

Los besos de los sinsontes
los chillidos de sus crías...
Las solteras de la mona,
las rellenas del manco,
sus historias de amores.

Los bandidos de la guerra
como llamaban a mis hermanos,
las viejita patepuña, mancipe,
la jeta de res,
mi padre con Isaías, 
el café tostado,
el olor a miel...

Enrique y sus picardías,
mipi con sus canecas
en la cicla de papá,
y el viejo todo emputado,
pero él jodía más...

Los calzononones de Dolores
las ciruelas robadas,
las semillas que nos lanzábamos
y la casa alborotada...

Pobre de mi viejita,
¡qué feliz que fue allí!,
aunque también mucho chisme
la hizo torcer la nariz,
rezar dobles rosarios
a las 5 de la mañana,
y de remate otro
arropadita en la cama.

Oraciones y canciones
sólo para levantarnos
a moler maíz ...

Desayuno y arepas,
caldo de papa con huevo
para irnos pa la escuela,
pal colegio los más grandes
o a jugar a la plazuela...

Qué bello que es mi jardín,
recordarlo más me duele
sentada en mi butacón
oliendo vinagre fresco,
mientras allí me perdía
entre los azahares
las begonias, los novios,
las acacias.

Los cerros tan queridos
besados por los guaduales,
abrazada por orquídeas
de colores impactantes,
la brisa helada del monte
donde el pino mandaba,
y el sonido de campanas
que desde la iglesia sonaban,
diciendo que ya era hora
de rezar por las pecadoras,
mientras las "santas" lo hacían
por debajito e la ruana.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, junio 25/11


SIN RETORNO (267)

SIN RETORNO (267)

Si tornaran rojas las violetas,
los surcos de tus ojos claros,
tus suaves manos en las mías...

Retorno de besos entre los guaduales,
esfumados con la brisa fría...
Tus caricias por mis pechos
el tiple y la picardía.

Amanecieran de nuevo
perlas pálidas con tonos de amor,
corazón de latir incontenible
embriagador de delicias
sobre manos esfumadas...

No hay retorno...
Las flores rojas fueron pálidas,
las hojas verdes las mató el otoño,
los pétalos que te amaban
se ensombrecieron con tu olvido,

y mi pecho ardiente yace frío,
se fundió con el verano intenso
de mis solitarios días.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, junio 27/11

REGÁLAME (268)

REGÁLAME (268)

Regálame un suspiro ansiado
sobre curtida piel de garza blanca...

Regálame un beso de amor,
donde el ardor se manifieste.

Mieles desperdiciadas
años idos que no regresarán:
¿En dónde estabas?

Te veía plantado en mi jardín,
un nuevo abanico te envié
más te hacías el loco, no lo veías...

Mis besos imaginabas en otros labios,
más eran los tuyos los que soñaba.
Mis palabras desechabas,
eran lanzabas fuera...

Todas eran para ti
en otro amor disfrazado.
Huertos ajenos que no me pertenecen,
tienen raíz en otras sábanas
en otros amaneceres que no me incluyen.

Obséquiame una prenda preciosa,
imaginando el brillo de tus ojos en los míos
tras un fuerte abrazo,
donde sienta el calor de tu piel
que no sea inventada.

Pon tu cálido vientre sobre el mío
sobre el pasto húmedo y frío,
el que habita por siempre en mi huerto
deshabitado y descuidado...

Aprisiona mi corazón con el tuyo,
escucha mis latidos veloces
que como campanas gastadas
anuncian que están vivas...

¡Mira cómo me sonrojo!
Fuertes suspiros me agitan
entre tu rosada piel.

Vístete con el traje de las mías,
conviértelas en tu vestido de invierno...

¡Mira la emoción dibujada en mis labios!
Ya cerré mis ojos,
bésame de nuevo, 
eres sol radiante
que se pierde 
entre helados manantiales.

Regálame un poco de amor
en ésta nueva y última primavera de mi vida.

La quiero vivir contigo
suspirarla
respirarla,
lentamente...
 desnuda mi alma para ti.

Deshójame para siempre entre tus brazos,
muerta de pasión con un nuevo amanecer
dentro de ti.

Quiero estar entre tus brazos
aunque sea un sólo instante...
Antes que la luna nueva llegue
 el sol se oculte de nuevo
y ella regrese en otra noche oscura,
donde las estrellas me encuentren
sin suspiros tristes,
y las luciérnagas de colores
te lleven mi amor olvidado.

Luna triste, hoy te quiero oculta...
Luna bella de mis desvelos
eterna compañía, lágrimas de sangre,
hoy me perdonas, 
te veré con otra cara
mi luna rosa enamorada.

Ven cariño mío,
mi amante virtual de mentiras...
Sólo sueños me tocan en la vida,
un beso de espuma que se desvanece
cuando la luz se marcha,
y apareces de nuevo
tras un ilusionado clic...

Retornan las ilusiones...
Cual quinceañera te espero anhelante
tras un abrazo, un beso,
inventado entre los sueños viajeros
que me hacen llorar de nuevo,
que añoran el instante efímero de verte
de tocarte desde los cristales.

Decirte que son pocos los instantes,
son vanas las alegrías
y se quedan las penas
guardadas en el baúl de la insolencia.

La luna se marchó,
el fuego quedó encendido
sobre un altar de penas
por una alegría efímera y pasajera.

Triste vida que se marcha
con un nuevo clic,
dejando  mi alma en espera.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, junio 27/11